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El Holden Barina de 1997 es un vehículo que destaca por su fiabilidad y economía en el segmento de los coches compactos. Ofreciendo una conducción ágil y un buen nivel de confort, se posiciona como una opción interesante para quienes buscan un automóvil práctico para la ciudad. Su diseño, aunque no revolucionario, se mantiene fresco y funcional, acentuando la practicidad sobre la ostentación.
El modelo de 1997 del Holden Barina estaba disponible en distintas variantes de carrocería para adecuarse a las necesidades de cada conductor. Los compradores podían elegir entre la versión hatchback de tres puertas, ideal para un enfoque más juvenil y deportivo, y el hatchback de cinco puertas, que ofrecía un acceso más cómodo y una mayor versatilidad. Ambas variantes poseían distintos niveles de acabados, proporcionando una gama que variaba desde lo básico hasta lo más equipado.
El año 1997 fue significativo para el Holden Barina, ya que este modelo continuaba en su cuarta generación, la cual se inició en 1994 y se prolongó hasta el año 2000. Durante este periodo, el Barina consolidó su reputación como un coche fiable y accesible en el mercado australiano. El modelo de ese año heredó las mejoras anteriores y las adaptó a las expectativas de los consumidores de finales de los 90, ofreciendo un balance entre economía de combustible y prestaciones.
En 1997, el Holden Barina se ofrecía en varias versiones que se diferenciaban por su nivel de equipamiento y motorización:
Estas versiones permitían a los compradores elegir el Barina que mejor se adaptase a sus intereses y presupuestos.
El Holden Barina de 1997 contaba con características generales que incluían:
Comodidad9,1
Seguridad9,6
Calidad/Precio9,1
Diseño9,3
Los precios del Holden Barina de 1997 variaban según la versión y el equipamiento seleccionado, posicionándose competitivamente en el mercado.
Las fichas técnicas del Holden Barina revelan una diversidad de acabados y medidas, adaptadas a las exigencias del segmento compacto.
La gama del Holden Barina 1997 ofrecía una variedad de pinturas y colores, permitiendo personalizar el vehículo al gusto del comprador. Desde colores sólidos básicos hasta opciones metalizadas más llamativas, había posibilidades para todos los estilos. El énfasis en ofrecer una imagen moderna y atractiva era evidente, incluso dentro de un segmento de mercado orientado a la eficiencia y practicidad.
Las llantas del Holden Barina 1997 variaban según la versión. Las opciones base venían con llantas de acero y tapacubos de diseño sencillo, mientras que las versiones superiores podían equiparse con llantas de aleación de mayor tamaño y diseños más atractivos. Estas últimas no solo mejoraban la estética del vehículo, sino que también contribuían a la dinámica de conducción y al rendimiento general del coche.
El interior del Holden Barina de 1997 se caracteriza por su funcionalidad y comodidad. Sus asientos son envolventes y ergonómicos, ofreciendo un óptimo soporte durante la conducción. La tapicería, disponible en diversos materiales, proporciona una agradable sensación al tacto y una resistente durabilidad. Esta combinación asegura tanto confort como un aspecto atractivo a lo largo del tiempo.
El Holden Barina de 1997 incluyó elementos de seguridad estándar para la época, tales como airbags frontales y cinturones de seguridad con pretensionadores, enfocados en proteger a los ocupantes.
En cuanto a conectividad y audio, el Holden Barina de 1997 ofrecía un equipo básico pero funcional. Disponía de una radio AM/FM, casetera y, en algunos modelos, un reproductor de CD. Los altavoces estaban estratégicamente situados para proporcionar una experiencia de sonido envolvente y una calidad aceptable, acorde a los estándares de la época.
Entre los opcionales exteriores, el Holden Barina de 1997 podía incorporar llantas de aleación, spoiler trasero y faros antiniebla, que no solo mejoraban la estética del vehículo, sino también su dinamismo y visibilidad.
En el interior, los opcionales incluían aire acondicionado, elevalunas eléctricos y un sistema de audio mejorado, que elevaban el confort y la experiencia de conducción del vehículo.
El Holden Barina de 1997 disponía de paquetes opcionales que permitían personalizar el coche según las preferencias del comprador. Estos paquetes podían incluir mejoras en el apartado de seguridad, como ABS, mejoras estéticas tanto en el interior como en el exterior, y sistemas de audio avanzados con múltiples altavoces y tecnologías de audio de vanguardia para la época. Estos paquetes eran una forma de adaptar el Barina a las necesidades específicas de cada usuario, proporcionando una experiencia de conducción más placentera.
Como opcionales, el coche podría equipar control de crucero, techo solar y un sistema de alarma avanzado, mostrando la capacidad de Holden de adaptarse a las exigencias del mercado con opciones que añadían un valor significativo al modelo básico.
El cálculo del seguro para un Holden Barina de 1997 debe tener en cuenta factores como la historia del vehículo, la edad del conductor y las características específicas del modelo, además de la cobertura deseada.
El Holden Barina 1997 ofrece una potencia que varía entre los 60 y 90 CV, dependiendo de la variante y configuración del motor.
Los motores del Holden Barina 1997 pueden tener una cilindrada que oscila entre 1.2 y 1.6 litros, acorde a la versión específica del modelo.
El Holden Barina de 1997 cuenta típicamente con 5 asientos, proporcionando espacio para el conductor y cuatro pasajeros.
La velocidad máxima del Holden Barina 1997 puede variar, pero usualmente se sitúa en un rango de 150 a 180 km/h, dependiendo del modelo y las especificaciones del motor.
El Holden Barina 1997 se equipó con transmisiones manuales de 5 velocidades o automáticas de 3 o 4 velocidades, según la versión del modelo.
El Holden Barina 1997 incluye características de seguridad básicas para la época como frenos ABS y airbags delanteros, aunque estas pueden variar según la variante y los equipamientos opcionales seleccionados.
El Holden Barina 1997 está diseñado para utilizar gasolina sin plomo y su consumo de combustible puede estar entre los 6 y 8 litros por 100 km, según el tipo de transmisión y condiciones de conducción.