El GMC Safari Automático es una furgoneta que combina capacidad de carga con comodidad para el conductor. Su transmisión automática facilita la conducción, especialmente en viajes largos o en tráfico pesado. Esta minivan es reconocida por su robustez y versatilidad, apta tanto para familias como para negocios que requieren un vehículo espacioso. Disponible en versiones de tracción trasera o integral, el Safari automático ha sido una opción solida para quienes buscan un vehículo trabajador que no sacrifica la comodidad.
El GMC Safari se fabricó desde 1985 hasta 2005, evolucionando a lo largo de dos décadas en mecanismo y diseño. Cada año, se introdujeron mejoras en motorización, seguridad y confort, volviéndolo un clásico fiable en el segmento de las minivans.
El Safari ofreció diferentes versiones que incluyen la base, la SLX y la GT, cada una con una combinación única de características y opciones de equipamiento. Esta diversidad permitió que se adaptara a una amplia gama de necesidades y presupuestos.
El GMC Safari destaca por su capacidad de transporte, siendo capaz de acomodar hasta ocho pasajeros o grandes volúmenes de carga. Los asientos traseros son removibles, proporcionando una excelente modularidad. En materia de seguridad, disponía de airbags y frenos ABS en sus últimas ediciones. Además, el confort era palpable gracias a su generoso espacio interior y a amenidades como aire acondicionado y sistema de audio.
Comodidad9,0
Seguridad9,3
Calidad/Precio8,8
Diseño9,4
Los precios del GMC Safari Automático variaban dependiendo del año, la versión y el equipamiento. Al ser un vehículo que ya no se produce, el mercado de segunda mano juega un papel crucial en su valoración actual. Los modelos más modernos, mejor equipados y con menor kilometraje se cotizan a precios superiores, mientras que unidades con mayor desgaste se encuentran en un rango más accesible.
Las fichas técnicas del GMC Safari Automático reflejan la robustez de un motor V6, eficiente y duradero. Los acabados interiores varían, ofreciendo desde opciones básicas hasta más lujosas. En cuanto a medidas, su diseño aprovecha cada centímetro para maximizar el espacio de carga y habitabilidad.
Disponible en una gama de colores que iban desde clásicos hasta más llamativos, el Safari permitía una cierta personalización. Los acabados de la pintura y la presencia de detalles cromados contribuían a su atractivo estético.
Las llantas del GMC Safari Automático eran robustas y adecuadas para soportar el peso del vehículo, ya sea vacío o en plena carga. Eran fundamentales para la estabilidad y seguridad en carretera.
El interior del GMC Safari Automático ha sido diseñado para ofrecer comodidad y funcionalidad. Los asientos, disponibles en diferentes configuraciones, permiten acomodar desde pasajeros hasta cargas considerables. Las tapicerías, que varían según el modelo y el año, han incluido desde prácticas telas hasta duraderos materiales sintéticos, proporcionando un ambiente agradable y fácil de mantener para los usuarios de este versátil vehículo.
La seguridad ha sido un aspecto clave en la evolución del GMC Safari Automático. A lo largo de su historia, ha incorporado mejoras como airbags frontales, sistemas de frenos ABS y control de estabilidad, entre otros. En modelos más recientes se añadieron asistencias de conducción avanzadas. Todo esto refleja el compromiso de la marca con la protección de sus ocupantes, haciendo del Safari una elección segura para familias y profesionales por igual.
Mientras la tecnología avanzaba, el GMC Safari Automático no se quedó atrás en términos de conectividad y audio. Aunque las primeras versiones eran más modestas, las últimas incorporaron sistemas de entretenimiento multimedia con capacidad para múltiples formatos y conexiones para dispositivos móviles.
Los opcionales exteriores del GMC Safari Automático incluían variantes en la paleta de colores, ruedas de aleación de diferentes diseños y accesorios funcionales como barras portaequipajes y estribos laterales.
A nivel interior, se podían añadir elementos como sistemas de navegación avanzados, climatización automática y revestimientos de mayor calidad para aumentar el confort a bordo.
Los paquetes opcionales permitían personalizar el GMC Safari Automático con conjuntos de características de seguridad, confort o estética, adaptándose a las necesidades específicas de cada comprador.
Entre los opcionales generales, se destacaban los asistentes de estacionamiento, cámaras de visión trasera y sistemas de entretenimiento premium para los pasajeros.
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El GMC Safari Automático ofrece un rango de potencia que oscila entre los 150 y 200 CV, dependiendo del año de fabricación y la configuración del motor.
Los motores del GMC Safari Automático típicamente presentan una cilindrada que varía de 4.3 litros, siendo esta la más común en sus diferentes versiones.
El GMC Safari Automático está diseñado para acomodar de 5 a 8 pasajeros, incluyendo al conductor, dependiendo de la configuración específica del modelo y los asientos instalados.
La velocidad máxima del GMC Safari Automático se sitúa en un rango aproximado de entre 160 y 180 km/h, aunque esto puede variar según las condiciones del vehículo y el entorno.
El GMC Safari Automático se ofrece generalmente con una transmisión automática de 4 velocidades, aunque las especificaciones pueden variar conforme a las actualizaciones y mejoras a lo largo de su producción.
El GMC Safari Automático está diseñado para funcionar con gasolina, aunque algunas variantes modificadas o versiones más nuevas podrían incorporar opciones de combustibles alternativos.
Sí, el GMC Safari Automático es considerado adecuado para viajes largos debido a su espacioso interior y su capacidad para transportar pasajeros y cargas pesadas con un nivel aceptable de confort.