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El GAZ M-20 de 1955, conocido como “Pobeda”, es la encarnación soviética de la ingeniería automotriz post-guerra. Un motor cuatro cilindros de 2.1 litros impulsa este clásico con una potencia de 50 CV, permitiendo una velocidad máxima de 105 km/h. Su construcción monocasco era innovadora para la época, y su diseño aerodinámico con líneas suaves era signo de modernidad. Equipado con una tracción trasera y una caja de cambios manual de tres velocidades, este vehículo era un testimonio de la robustez y la simplicidad mecánica.
El GAZ M-20 se ofreció en diferentes variantes de carrocería que incluían:
En 1955, el GAZ M-20 ya había demostrado su valía en el terreno automovilístico soviético. Introducido por primera vez en la década de 1940, siguió produciéndose con mejoras graduales hasta su último año de fabricación en 1958. Este vehículo histórico marcó una era de innovación y simplicidad en el diseño de coches en la Unión Soviética.
El GAZ M-20 de 1955 forma parte de una gama histórica que se extendió en varias actualizaciones y ediciones a lo largo de su ciclo de vida.
El GAZ M-20 destacaba por su amplia cabina y su sólido rendimiento en carretera. Tenía detalles interesantes como su calefacción interna, algo poco común en aquel entonces, y una visibilidad panorámica gracias a su gran parabrisas.
Comodidad8,7
Seguridad9,7
Calidad/Precio8,6
Diseño9,6
En su momento, el GAZ M-20 destacaba por su accesibilidad en el mercado soviético, comparado con modelos extranjeros equivalentes. Aunque actualmente, para los coleccionistas y aficionados, el valor del M-20 varía significativamente según su estado de conservación y autenticidad. Los modelos restaurados meticulosamente y aquellos con historia única pueden alcanzar precios elevados en subastas y ventas privadas. La variante cabrio, por su escasez, es especialmente cotizada. Los precios actuales son un reflejo del valor histórico y la nostalgia que este vehículo representa para la era soviética.
La ficha técnica del GAZ M-20 de 1955 refleja su solidez: longitud de 4.660 mm, anchura de 1.690 mm, y una altura de 1.600 mm. Su peso en orden de marcha alcanzaba los 1.460 kg. Los acabados, aunque espartanos según estándares modernos, eran considerados de buena calidad para su tiempo.
La paleta de colores del GAZ M-20 estaba alineada con la sobriedad de la época: tonos que iban desde el negro tradicional hasta los grises y azules. Estos colores reflejaban el estilo y la funcionalidad por encima de la ostentación.
Las llantas del GAZ M-20 de 1955, de diseño sencillo y robusto, estaban hechas para durar y soportar las duras condiciones de las carreteras soviéticas de posguerra. Su tamaño estándar y la facilidad de mantenimiento eran considerados puntos fuertes, lo que contribuía a la fiabilidad general del vehículo.
Chicos, vamos a sumergirnos en la onda retro con el GAZ M-20 de 1955. ¿Os imagináis deslizándoos en esos asientos con tapicerías que gritaban lujo a la rusa? Bancos mullidos y un salpicadero que, aunque sencillo, no escatimaba en ofrecer ese aire señorial de los autos de época. Y no os perdáis el detalle de los materiales nobles, como la piel y tejidos que envolvían los asientos, dando esa sensación de confort clásico. En el M-20, cada viaje era un pequeño salto al pasado, con la ergonomía justa para que no olvides que estás conduciendo un pedazo de historia.
¿Seguridad? Pues, en aquellos tiempos, las cosas eran un poco diferentes. El GAZ M-20 no destacaba por sus sistemas de seguridad modernos, pero era robusto. Tenía una carrocería que podía soportar más de un apuro, aunque, claro, no esperéis airbags o controles electrónicos de tracción.
En cuanto a conectividad y audio, bueno, ¿qué decir? Era 1955. El GAZ M-20 venía con una radio AM que era la joya de la corona. Si conseguías sintonizar tu emisora favorita sin interferencias, ya tenías hecho el día.
Si hablamos de personalización, los opcionales exteriores no eran la norma en el GAZ M-20. Los colores y algunos detalles podían variar, pero poco más.
En el interior, las opciones también eran limitadas. Quizás un cambio de tapicería o algún adorno adicional, pero la simplicidad era la clave.
No esperéis encontrar una amplia gama de paquetes adicionales en estos coches. Lo que teníais era lo que veíais; un coche sólido, confiable para su época, y con la elegancia que la simplicidad del diseño puede aportar. La personalización no era el fuerte del M-20, pero su carácter ya era suficiente para destacar en la carretera.
Por otro lado, en esa época no era tanto lo que podías añadir, sino lo que el GAZ M-20 ya traía consigo. Este carro salía de fábrica listo para rodar con su característica robustez. Los detalles como calefacción, que para aquel entonces era un lujo, o los acabados en cromo que algunos modelos incorporaban, eran el plus que podías esperar.
Cuando hablamos de asegurar una joya como el GAZ M-20 de 1955, entramos en el terreno de los seguros para coches clásicos. Es imprescindible revisar bien las coberturas especiales que protegerán no solo un medio de transporte, sino una pieza de coleccionista cargada de historia.
El GAZ M-20 cuenta con un motor de cuatro cilindros en línea y puede tener un rango de potencia de aproximadamente 50-55 CV. La cilindrada de este modelo suele estar en torno a los 2.1 litros.
La velocidad máxima del GAZ M-20 varía según el estado y la versión del vehículo, pero generalmente se sitúa en un rango de 90-100 km/h.
El GAZ M-20 está equipado con una transmisión manual de tres velocidades.
El GAZ M-20 tiene capacidad para cinco pasajeros, ofreciendo una cabina espaciosa para los estándares de su época.
El GAZ M-20 utiliza gasolina y su consumo promedio está en un rango de 11 a 13 litros cada 100 kilómetros, dependiendo de las condiciones de conducción.
El GAZ M-20 posee una carrocería sedán de cuatro puertas, aunque también existieron variantes con carrocerías convertibles y familiares.
Encontrar repuestos para un GAZ M-20 puede ser desafiante debido a su antigüedad, pero aún es posible a través de clubes de coches clásicos, mercados de repuestos especializados y vendedores internacionales.