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El Ford Sierra, lanzado en 1983, fue una rotura de esquemas para Ford en términos de diseño y aerodinámica. Se alejó de las líneas cuadradas predominantes en modelos anteriores, optando por formas más fluidas. Disponible en versiones de gasolina y diésel, ofrecía una gama de motores que abarcaba desde un modesto 1.3 litros hasta un potente 2.8 litros V6 en el XR4i. Su suspensión independiente en las cuatro ruedas y la opción de tracción trasera o integral, lo convirtieron en un coche versátil y atractivo para diferentes públicos.
El Ford Sierra se presentó en diversas variantes de carrocería, incluyendo sedán de cuatro puertas, familiar (o estate), y un innovador hatchback de cinco puertas.
Desde su lanzamiento en 1983, el Ford Sierra fue sometido a múltiples actualizaciones y restyling, manteniéndose en producción hasta 1993.
El Ford Sierra contó con una amplia variedad de modelos, desde el básico Sierra L hasta el deportivo y codiciado Sierra Cosworth, que se convirtió en un ícono entre los amantes de los rallyes. Las versiones Ghia ofrecían un nivel de equipamiento más alto, mientras que el Sierra XR4i y posteriormente el XR4x4, proporcionaban prestaciones deportivas con su motor V6 y tracción en las cuatro ruedas respectivamente.
La versatilidad y el diseño vanguardista del Ford Sierra lo diferencian de otros vehículos de su época.
Comodidad9,1
Seguridad9,4
Calidad/Precio9,3
Diseño9,3
En su lanzamiento, el Ford Sierra se posicionó en un rango de precios competitivo dentro del segmento de los sedanes y familiares. Con el paso de los años, los modelos de gama alta como el Sierra Cosworth alcanzaron precios significativamente más elevados debido a su rendimiento y su popularidad en el automovilismo. Hoy en día, el Ford Sierra se ha convertido en un clásico, y su valor varía según el estado, la rareza de la versión y su demanda entre coleccionistas y entusiastas del automovilismo. Los modelos bien conservados o restaurados pueden alcanzar precios sorprendentes en el mercado de vehículos clásicos.
Las fichas técnicas del Ford Sierra reflejan su diversidad mecánica y de equipamiento. Los acabados iban desde lo más esencial en los modelos base hasta lo lujoso en las versiones Ghia y Cosworth. Las medidas generales ofrecían un equilibrio entre habitabilidad y dimensiones exteriores, lo que lo hacía práctico tanto para uso urbano como para viajes.
La gama de colores del Ford Sierra era extensa, incluyendo tonos sólidos, metalizados y algunos colores específicos para las versiones deportivas como el característico azul del Sierra Cosworth.
Las llantas del Ford Sierra variaban según el modelo y el año de fabricación. Las versiones básicas montaban llantas de acero con tapacubos, mientras que las versiones más deportivas y de alta gama como el XR4i y el Cosworth ofrecían llantas de aleación ligeras y de diseños específicos que no solo mejoraban la estética, sino también el comportamiento y la dinámica del vehículo. Las llantas se convirtieron en un distintivo importante, aportando presencia y personalidad al coche.
Descubra la comodidad interior del Ford Sierra (1983), con asientos diseñados para proporcionar el máximo confort y una tapicería de calidad que resiste el paso del tiempo. Espaciosos y ergonómicos, estos asientos aseguran una experiencia de viaje placentera, tanto en trayectos cortos como en largas distancias.
El Ford Sierra (1983) incorpora elementos de seguridad que protegen a ocupantes y peatones. Sistemas de frenos optimizados y estructura reforzada son parte del compromiso de Ford con la seguridad vehicular.
A pesar de ser un coche clásico, el Ford Sierra (1983) puede estar equipado con opciones de conectividad y sistemas de audio que enriquecen la experiencia de conducción. Disfruta de la música y la radio mientras te desplazas, manteniendo siempre el control y la atención en la carretera.
Los opcionales exteriores del Ford Sierra (1983) permiten personalizar su apariencia a gusto del conductor. Desde llantas de aleación de distintos diseños hasta paquetes de carrocería deportivos, cada opción añade un toque de singularidad y performance al vehículo.
En el habitáculo, el Ford Sierra (1983) ofrece una variedad de opcionales interiores que mejoran la experiencia a bordo. Con opciones que incluyen sistemas de audio premium y acabados de lujo, los conductores pueden adaptar el interior a sus preferencias personales.
Los paquetes ofrecidos para el Ford Sierra (1983) están diseñados para proporcionar una experiencia más completa y personalizada, integrando opcionales tanto estéticos como funcionales en un único conjunto.
El Ford Sierra (1983) ofrece una gama de opcionales que realzan su desempeño y confort. Elige entre sistemas de navegación, techo solar y otros accesorios para crear tu experiencia ideal de conducción.
Para conocer el coste del seguro del Ford Sierra (1983), consulte con su proveedor de confianza. Valoraremos su perfil y el vehículo para ofrecerle la mejor opción de cobertura.
El Ford Sierra lanzado en 1983 contaba con una gama variada de motorizaciones, desde motores de gasolina de cuatro cilindros con capacidades que iban desde los 1.3 hasta los 2.3 litros, y potencias que oscilaban entre 60 y 125 CV (caballos de vapor). También estaba disponible en algunas regiones un motor diésel de 2.3 litros con menor potencia.
El Ford Sierra se ofreció en diferentes tipos de carrocerías que incluían sedán de cuatro puertas, hatchback de cinco puertas y un familiar también de cinco puertas, con el fin de ajustarse a las necesidades de distintos consumidores.
Sí, el Ford Sierra contó con la versión XR4i, lanzada en 1983, la cual era un modelo con clara orientación deportiva, equipado con un motor V6 de 2.8 litros capaz de ofrecer un rendimiento superior, con una potencia de aproximadamente 150 CV.
El Sierra ofrecía tanto transmisiones manuales de cuatro o cinco velocidades, como una opción de transmisión automática para aquellos que preferían una experiencia de conducción más relajada.
La velocidad máxima del Ford Sierra variaba según la motorización y configuración del modelo, pero en general se situaba en un rango de 160 km/h para los modelos de entrada y podía superar los 200 km/h en las versiones más potentes y deportivas.
El interior del Ford Sierra se caracterizaba por su funcionalidad y comodidad. Los asientos eran diseñados para ofrecer un buen nivel de soporte, y dependiendo de la versión, podían estar tapizados en tela o cuero. La disposición de los asientos permitía alojar cómodamente a cuatro o cinco pasajeros.
Para su época, el Ford Sierra incorporaba características de seguridad que empezaban a considerarse importantes como cinturones de seguridad, barras de protección lateral en las puertas y, en algunas versiones, se podían encontrar frenos de disco en las cuatro ruedas y sistema antibloqueo de frenos (ABS).