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El Ford Shelby de 1965 marcó un hito en la historia del automovilismo deportivo. Con su poderoso motor V8 y una estética agresiva, definió una era de muscle cars estadounidenses. La colaboración entre Ford Motor Company y el legendario Carroll Shelby dio como resultado una máquina con capacidades de rendimiento sobresalientes y un atractivo que perdura hasta hoy.
El Ford Shelby de 1965 se presentó en variantes que hacían palpitar los corazones de los entusiastas. La más destacada fue el modelo GT350, un coche diseñado para dominar en la carretera y la pista. Cada variante estaba meticulosamente afinada para ofrecer una experiencia de conducción visceral, combinando una carrocería ligera con un motor robusto. El GT350R, con especificaciones para competición, es una leyenda en los circuitos.
El año 1965 no fue solo un año más en el calendario; marcó el nacimiento del Ford Shelby, un coche que se convirtió en sinónimo de poder y prestigio. Con el lanzamiento del modelo GT350, Ford y Shelby demostraron que podían crear un vehículo capaz de enfrentarse a los mejores deportivos europeos de la época. Este año quedó grabado en la memoria de los aficionados y coleccionistas como el comienzo de una era dorada para los muscle cars.
Chicos, si hablamos de carros con garra, no podemos pasar por alto las versiones del Ford Shelby de 1965. Arrancamos con el GT350, el chico malo del barrio, y su hermano aún más salvaje, el GT350R, que nació para correr y arrasar en las pistas. Cada uno de estos modelos tenía su propio carácter y sabor, haciéndolos irresistibles para los amantes de la velocidad y la adrenalina. Pura pasión sobre ruedas, ¡vaya que sí!
Motor | V8 de 4.7 litros |
Potencia | 306 CV (GT350) |
Transmisión | Manual de 4 velocidades |
Tracción | Trasera |
Carrocería | Coupé fastback |
El Ford Shelby de 1965 era una obra maestra de ingeniería y diseño automotriz.
Comodidad9,0
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,1
Diseño9,2
En su lanzamiento, el Ford Shelby GT350 de 1965 tenía un precio que reflejaba su exclusividad y rendimiento. Actualmente, los modelos originales restaurados o en condiciones prístinas pueden alcanzar cifras astronómicas en subastas, convirtiéndolos en joyas codiciadas por coleccionistas.
Las fichas técnicas del Ford Shelby de 1965 revelan un coche construido con precisión y atención al detalle. Los acabados interiores y exteriores reflejaban la calidad y el estilo deportivo, mientras que sus medidas proporcionaban una silueta impactante y una presencia imponente en la carretera.
El Ford Shelby de 1965 se ofrecía en una gama limitada de colores que acentuaban su naturaleza agresiva. El emblemático blanco con franjas azules se convirtió en un clásico instantáneo, representando la esencia de Shelby.
Llantas de aleación específicas, con diseño único y dimensiones generosas, complementaban perfectamente la estética musculosa del Ford Shelby de 1965. Estas llantas no solo mejoraban la apariencia, sino que también contribuían al rendimiento y la maniobrabilidad del vehículo.
Adéntrate en el nostálgico habitáculo del Ford Shelby de 1965 y experimenta el lujo rústico de una época dorada. Sus icónicos asientos deportivos, abrazan tu cuerpo en cada curva, tapizados con un vinilo de primera calidad que evoca la esencia de la competición. Las costuras reforzadas y el diseño ergonómico prometen un confort sin igual, transformando cada viaje en una aventura placentera tanto para el conductor como para el copiloto. El Shelby de 1965: donde el pasado y la comodidad se fusionan de manera sublime.
En 1965, el Ford Shelby incorporó rasgos de seguridad revolucionarios para su época. La resistencia de su chasis y la incorporación de cinturones de seguridad reflejan el compromiso de la marca con la protección de sus ocupantes.
El Ford Shelby de 1965, aunque pertenece a una era menos tecnológica, ya buscaba ofrecer una experiencia de audio satisfactoria. El vehículo ofrecía un sistema de sonido básico pero funcional, con radio AM y altavoces que llenaban la cabina de sonido. La conectividad, centrada en la experiencia de conducción, daba prioridad a la simplicidad, enfocada en mantener al conductor sintonizado con la carretera y el rugido distintivo del motor V8.
Porque no hay dos iguales, el Ford Shelby de 1965 permitía personalizar su apariencia externa con una serie de opcionales. Capós con tomas de aire, distintivos de racing y múltiples opciones de color para las rayas decorativas, ofrecían a cada propietario la posibilidad de reflejar su estilo único.
Internamente, podías optar por un sinfín de accesorios opcionales que elevaban la experiencia. Volantes deportivos ajustables, paneles de instrumentos con detalles cromados y pedales reforzados; todos diseñados para sentir esa conexión pura con el auto.
La magia del Shelby de 1965 también residía en sus paquetes opcionales. Se podía elegir un paquete GT que incluía mejoras mecánicas y estéticas, elevando el rendimiento y apariencia. También estaban disponibles paquetes de confort, que sumaban extras como calefacción mejorada y sistemas de entretenimiento de alta fidelidad, para esos que no querían sacrificar comodidad por deportividad.
Completando la oferta, estaba presente la opción de selectos accesorios, como tapas de válvula Shelby y alfombras personalizadas, que afirmaban la exclusividad del auto.
Descubre el coste de asegurar un clásico: el Ford Shelby de 1965. Un icono que, como su legado, merece la mejor protección.
La gama de potencia del motor en los Ford Shelby de 1965 varía principalmente entre 271 y más de 400 cv (CV), dependiendo de la variante específica del modelo, como el GT350 o el GT350R.
Los motores de los Ford Shelby de 1965 suelen tener una cilindrada que oscila entre 4.7 litros (289 pulgadas cúbicas) y 7.0 litros (427 pulgadas cúbicas), en función del modelo específico.
El Ford Shelby de 1965 generalmente ofrece una configuración de asientos para 4 pasajeros, con dos asientos delanteros y una banqueta trasera para dos personas, aunque en algunas versiones de competición el número de asientos puede reducirse.
La velocidad máxima de un Ford Shelby de 1965 puede variar, pero algunos modelos pueden superar los 210 km/h, con las variantes más potentes y aerodinámicamente optimizadas alcanzando velocidades aún mayores.
El Ford Shelby de 1965 suele venir equipado con una caja de cambios manual de 4 velocidades, aunque existen variantes que pueden incluir transmisiones manuales más avanzadas o incluso automática en ciertos casos.
Sí, hay diferencias importantes entre el GT350 y el GT350R; el GT350R está más enfocado en la competición, incluyendo mejoras en la suspensión, reducción de peso, y un aumento en la potencia y aerodinámica en comparación con el GT350 estándar.
Originalmente, los Ford Shelby de 1965 venían con equipamiento de la época, pero hoy en día es posible encontrar unidades modificadas o restauradas que integran características modernas de seguridad y comodidad, aunque no son configuraciones de fábrica.