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Descubre el Ford Probe de 1993, un vehículo que marcó una era con su diseño aerodinámico y su enfoque en la eficiencia y el rendimiento. Equipado con motores potentes y una suspensión afinada, este deportivo ofrecía una experiencia de conducción emocionante y accesible. Su interior, cómodo y con un toque de vanguardia, reflejaba la dedicación de Ford por satisfacer a los entusiastas del automovilismo.
El Ford Probe de 1993 se consolidó como un referente en su categoría, ofreciendo innovaciones y mejoras significativas respecto a sus predecesores.
El Ford Probe de 1993 se presentó en distintas versiones para satisfacer a una amplia gama de conductores. Desde el modelo base hasta las versiones más deportivas, cada uno de los Probe destacaba por su equilibrio entre prestaciones y confort.
Las principales características del Ford Probe de 1993 incluían:
Comodidad9,1
Seguridad9,2
Calidad/Precio9,5
Diseño8,5
El Ford Probe de 1993 ofrecía una excelente relación calidad-precio, posicionándose como una opción atractiva para aquellos que buscaban un deportivo accesible sin sacrificar rendimiento.
El Ford Probe de 1993 contaba con fichas técnicas detalladas, acabados de calidad y medidas que optimizaban el espacio y la ergonomía.
La gama de pinturas y colores disponibles para el Ford Probe de 1993 era variada, permitiendo personalizar el vehículo a gusto del cliente.
Las llantas del Ford Probe de 1993 jugaban un papel crucial en su estética y rendimiento. Diseñadas para complementar la aerodinámica del coche, estaban disponibles en diferentes estilos y tamaños. Con un enfoque en la durabilidad y la resistencia, cada conjunto de llantas contribuía al manejo dinámico y a una presencia imponente en la carretera. Los propietarios podían optar por llantas de aleación ligera o diseños más robustos, según el modelo y las necesidades de conducción. Además, la selección de neumáticos era extensa, ofreciendo opciones para todo tipo de clima y superficies.
El Ford Probe de 1993 presentaba un interior que buscaba el equilibrio entre el confort y un toque deportivo. Con asientos que ofrecían un buen soporte lateral, los materiales utilizados en la tapicería eran de una calidad que buscaba durabilidad y una estética atractiva. Personalizados con el logotipo de la marca, los asientos podían venir en opciones como tela estándar o cuero como parte de un paquete de lujo, lo que realzaba la sensación de un vehículo premium dentro de su segmento.
Destinado a ser un vehículo con estilo deportivo, el Ford Probe incorporaba características de seguridad como airbags frontales y cinturones de seguridad con pretensores. La seguridad estructural también fue considerada en su diseño.
En una época previa a la era de la conectividad digital, el Ford Probe venía equipado con un sistema de audio que contaba con radio AM/FM y cassette. Opciones como un CD player o un sistema de sonido premium estaban disponibles para los entusiastas de la música.
El Ford Probe ofrecía una variedad de opcionales exteriores, como llantas de aleación, spoilers y paquetes gráficos que realzaban su perfil deportivo y aerodinámico.
En el interior, los opcionales incluían detalles como techos solares y controles eléctricos para ventanas y espejos, aumentando así la comodidad y la experiencia de conducción.
Los paquetes opcionales para el Ford Probe de 1993 se diseñaron para personalizar tanto el rendimiento como la experiencia de confort en el vehículo. Los paquetes de rendimiento ofrecían mejoras en la suspensión y en el conjunto motriz, mientras que los paquetes de lujo enfatizaban en la calidad del interior con asientos de cuero y ajustes eléctricos para el conductor. Por otro lado, existían opciones que incluían sistemas de audio mejorados y techo solar eléctrico, sumando al atractivo general del vehículo.
Las opciones disponibles para el Ford Probe permitían una notable personalización. Más allá de las mejoras técnicas, existían alternativas de personalización estética como diferentes acabados de pintura y decoraciones exteriores. El interior se podía mejorar con un sistema de audio de alta fidelidad y controles automáticos de temperatura que garantizaban el máximo confort para el conductor y pasajeros. Estas opciones, pensadas para satisfacer una variedad de gustos y necesidades, contribuían a hacer del Probe un vehículo atractivo en el mercado de deportivos asequibles.
El cálculo del seguro para un Ford Probe de 1993 depende de múltiples factores, incluyendo el historial del conductor, la ubicación y el uso del vehículo. Es importante considerar la cobertura deseada, así como cualquier característica opcional que pueda afectar el valor del coche. Compañías aseguradoras evalúan estos elementos y ofrecen distintos niveles de protección, desde responsabilidad civil hasta seguros a todo riesgo, los cuales pueden incluir servicios adicionales como asistencia en carretera.
El Ford Probe de 1993 cuenta con varias opciones de motorización, que van desde un 2.0L I4 con aproximadamente 115 CV hasta un 2.5L V6 que puede llegar a desarrollar unos 164 CV, dependiendo de la variante específica del modelo.
La velocidad máxima del Ford Probe puede variar en función de la motorización, pero generalmente oscila entre 190 y 225 km/h.
El Ford Probe es un coche deportivo que cuenta con un total de 4 asientos, dos delanteros y dos traseros.
El Ford Probe de 1993 se ofrecía con transmisiones manuales de 5 velocidades o automáticas de 4 velocidades, dependiendo de la preferencia del usuario y la configuración del modelo.
El Ford Probe es un vehículo con tracción delantera.
El Ford Probe posee una carrocería tipo coupé de dos puertas.
Sí, el Ford Probe de 1993 venía equipado con elementos de seguridad como airbags para el conductor y cinturones de seguridad pretensados, aunque la disponibilidad podía variar según el mercado y la versión.