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El Ford Fiesta de 1996 se consolidó como una opción vanguardista en el segmento de los vehículos compactos. Su diseño, ágil y renovado, apelaba tanto a la juventud como a conductores de todas las edades. Con un enfoque en la eficiencia y la economía de combustible, el Fiesta de esa época ofrecía un equilibrio entre rendimiento y practicidad, sin sacrificar la diversión al volante. La calidad de la construcción y la fiabilidad mecánica eran puntos fuertes que mantenían la reputación de Ford.
El Ford Fiesta de 1996 estaba disponible en distintas variantes de carrocería, incluyendo la clásica versión hatchback de tres y cinco puertas, así como una menos común versión sedán. Estas variantes ofrecían flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades de cada cliente. La elección de la carrocería influía en la capacidad de carga y el estilo, haciendo del Fiesta un coche versátil.
El año 1996 marcó una etapa importante para el Ford Fiesta, ya que se encontraba en plena cuarta generación, lanzada en 1995. Este año fue testigo de mejoras y refinamientos que continuaron elevando el estándar del vehículo compacto.
¡Qué tiempos aquellos! El Ford Fiesta de 1996 venía en varias versiones y acabados, desde el básico y económico, pasando por los más confortables, hasta llegar al deportivo Fiesta XR2i. Cada versión tenía su propia personalidad y estaba pensada para satisfacer desde el conductor más práctico hasta el entusiasta de la conducción.
Las características generales del Ford Fiesta de 1996 incluían:
– Una gama de motores que iban desde el económico 1.3 litros hasta el más potente 1.6 litros.
– Opciones de transmisión manual o automática.
– Sistemas de seguridad como airbags y frenos ABS en los modelos de gama alta.
– Un interior funcional con un diseño centrado en el conductor.
– Equipamiento de serie que ofrecía lo esencial sin complicaciones, con la posibilidad de agregar extras para mayor comodidad.
Comodidad9,3
Seguridad9,0
Calidad/Precio9,0
Diseño9,1
En su año de lanzamiento, el Ford Fiesta de 1996 presentaba una gama de precios que permitía a distintos perfiles de compradores acceder a un vehículo de calidad. Los modelos básicos eran notablemente asequibles, mientras que las versiones de gama alta justificaban su coste con un mayor nivel de equipamiento y refinamiento. En el mercado de segunda mano, estos vehículos seguían siendo competitivos, ofreciendo una excelente relación calidad-precio. La depreciación, comparativamente baja para la época, hacía que el Fiesta fuera una inversión inteligente para aquellos que buscaban un coche fiable y económico.
Las fichas técnicas del Ford Fiesta de 1996 detallaban información esencial sobre las especificaciones, acabados y medidas, lo que facilitaba la comparación y elección entre los distintos modelos disponibles.
La gama de pinturas y colores para el Ford Fiesta de 1996 era variada, permitiendo personalizar el vehículo a gusto del consumidor. Desde colores sólidos hasta metalizados, había opciones para todos los estilos.
El Ford Fiesta de 1996 venía con opciones de llantas que variaban según el modelo y el acabado, desde diseños básicos de acero hasta llantas de aleación más elegantes y deportivas.
El Ford Fiesta de 1996 se presentaba con un habitáculo diseñado para maximizar la comodidad a bordo. Los asientos se construyeron con espuma de alta resistencia, permitiendo una ergonomía adaptada al contorno del cuerpo. La tapicería de serie combinaba tejidos duraderos, mientras que las versiones más equipadas ofrecían opciones en piel sintética o velour. El ajuste de los asientos delanteros permitía un amplio rango de posicionamiento, adecuado para conductores y pasajeros de diversas estaturas.
En seguridad, el Ford Fiesta (1996) incorporaba características esenciales como sistema de frenos ABS opcional y estructura reforzada para impactos. Los pretensores de los cinturones de seguridad y los airbags frontales estaban disponibles para incrementar la protección en colisiones.
A pesar de su lanzamiento en la década de los 90, el Ford Fiesta (1996) ya consideraba la importancia del entretenimiento y la conectividad. La versión básica incluía una radio AM/FM con capacidad para cassettes, mientras que modelos superiores podían equiparse con un reproductor de CD y altavoces adicionales de mayor fidelidad. Algunas variantes ofrecían la preinstalación para teléfonos móviles, adelantándose a la era de la conectividad en movimiento.
Llantas de aleación |
Faros antiniebla |
Paquete deportivo exterior |
Volante de cuero |
Control de crucero |
Detalles cromados |
El Fiesta de 1996 ofrecía paquetes opcionales que mejoraban tanto la estética como el confort. Desde paquetes deportivos que añadían asientos con mejor sujeción y suspensión rebajada, hasta packs de confort con aire acondicionado y elevalunas eléctricos. La personalización era clave, permitiendo a cada comprador crear un Fiesta a su gusto, desde un enfoque práctico y urbano hasta una pequeña bestia de carácter deportivo.
Sabías que podías ponerle al tu Fiesta de ’96 toques personales? Desde accesorios prácticos como barras de techo hasta elementos de confort como apoyabrazos central o sistemas de sonido premium. ¡Imagina rodar con un equipo de CD multichanger en esa época! Era casi como tener una discoteca rodante.
Contratar un seguro para un vehículo clásico, como es el caso del Ford Fiesta de 1996, exige valorar su estado de conservación y uso habitual. En España, existen comparadores y corredurías que ofrecen pólizas adaptadas a coches con antigüedad, incluyendo coberturas específicas a precios competitivos.
El Ford Fiesta de 1996 contaba con una variedad de motorizaciones, que incluían versiones de gasolina con cilindradas que iban desde 1.1 hasta 1.6 litros y diésel desde 1.8 litros, con potencias que podían variar entre los 50 y 105 CV aproximadamente.
El Ford Fiesta de 1996 estaba diseñado para acomodar a 5 pasajeros, incluyendo al conductor.
Las variantes del Ford Fiesta de 1996 ofrecían transmisiones manuales de cinco velocidades y, en algunos casos, había opciones de transmisión automática.
La velocidad máxima del Ford Fiesta de 1996 podía oscilar entre los 150 km/h y los 185 km/h, dependiendo de la motorización y la configuración específica del modelo.
El Ford Fiesta de 1996 podía incluir características de seguridad como airbags para el conductor, cinturones de seguridad pretensados y sistemas de frenos con ABS en sus versiones más equipadas.
El Ford Fiesta de 1996 se ofrecía en varias opciones de carrocería, incluyendo versiones hatchback de tres y cinco puertas y, en algunos mercados, una variante sedán.
El consumo de combustible del Ford Fiesta de 1996 variaba según el tipo de motor y transmisión, con un rango promedio que podía ir de 5 a 7 litros por cada 100 kilómetros en condiciones de conducción mixta.