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El Ferrari 250 GTO, acrónimo de “Gran Turismo Omologato”, es una joya automovilística de 1962. Su motor V12 de 3.0 litros, diseñado por el legendario Giotto Bizzarrini, eroga 296 CV, catapultándolo a más de 280 km/h. La carrocería, obra de Sergio Scaglietti, refleja una aerodinámica meticulosamente estudiada. Solo se fabricaron 36 unidades, lo que lo convierte en un codiciado tesoro entre coleccionistas.
El Ferrari 250 GTO pasó por varias etapas en su corta vida. Primero, está la versión “normal”, si es que algo en este coche puede ser llamado así. Luego, llegamos a la Serie II, con una nariz más baja y una trasera más estilizada. Y no olvidemos la versión “330 GTO”, con un motor más grande. Cada uno de estos bólidos tiene su encanto, pero todos comparten esa esencia GTO que hace que los corazones de los aficionados al motor se aceleren.
Desde su nacimiento en 1962, el Ferrari 250 GTO se convirtió rápidamente en una leyenda del automovilismo. A lo largo de los años, este modelo ha sido objeto de admiración y ha mantenido su estatus de coche clásico de máximo nivel. A pesar de que su producción fue durante un periodo corto, su legado ha perdurado por décadas. Los modelos que se conservan han sido meticulosamente restaurados para mantener su esplendor original, y su presencia en eventos selectos de coches clásicos es siempre un acontecimiento de gran importancia para los entusiastas del automovilismo.
El Ferrari 250 GTO es sinónimo de exclusividad. Con solo 36 ejemplares, las versiones son pocas pero muy especiales. Cada uno cuenta su propia historia y lleva consigo el espíritu de las carreras de los años 60.
Comodidad9,4
Seguridad9,4
Calidad/Precio9,7
Diseño9,1
El precio del Ferrari 250 GTO es una cifra que sigue batiendo récords. En subastas recientes, algunos ejemplares han alcanzado cifras astronómicas, superando los 50 millones de dólares. Este precio no solo refleja la increíble ingeniería y el diseño del coche, sino también su historia de competición y su exclusividad. Además, el hecho de que muchos de estos coches tienen un pedigrí de propietarios famosos y una historia de carreras victoriosa añade un valor incalculable. Los precios continúan creciendo, asegurando que el Ferrari 250 GTO permanezca como uno de los coches más caros y codiciados del mundo.
La ficha técnica del Ferrari 250 GTO destaca por su motor V12 de 3 litros con seis carburadores Weber, una potencia de 296 CV y una velocidad máxima de más de 280 km/h. La carrocería de aluminio sobre un chasis tubular, combinada con su suspensión independiente y frenos de disco en las cuatro ruedas, le permiten un manejo excepcional y unas prestaciones de competición.
El 250 GTO adornó las pistas con una gama de colores que incluía el clásico rosso corsa, azul y blanco. Los diseños a menudo incorporaban franjas y números de competición, que destacaban su espíritu racing. Cada color realzaba su silueta y contribuía al carisma del vehículo.
Las llantas Borrani de radios, hechas de una aleación ligera, no solo reducían el peso no suspendido, sino que también añadían un toque de elegancia al aspecto ya imponente del 250 GTO. Su diseño era tanto funcional como estéticamente atractivo, y siguen siendo icónicas en el mundo del automovilismo clásico.
El Ferrari 250 GTO de 1962, joya de coleccionistas y emblema del diseño italiano, destacaba por su enfoque en la alta competición más que por el lujo en su habitáculo. Los asientos tipo cubo estaban revestidos de cuero y ofrecían el soporte necesario para una conducción deportiva. A pesar de su simplicidad, el interior transmitía la esencia racing de la época: funcionalidad ante todo, paneles de aluminio con remaches visibles y la minimización de accesorios innecesarios para reducir peso y maximizar rendimiento.
La seguridad en el Ferrari 250 GTO se centraba principalmente en la integridad estructural del vehículo. Su chasis, construido para competir, ofrecía una rigidez notable. Aunque carecía de asistencias de seguridad modernas, su diseño buscaba proteger al conductor en el contexto de las carreras de los años 60.
En la era del 250 GTO, la “conectividad” estaba lejos de ser una prioridad. Sin sistemas de infotainment, GPS o conexiones Bluetooth, el sonido predominante era el del motor V12 que caracterizaba a este purasangre italiano. La experiencia auditiva era puramente mecánica y, para muchos entusiastas, esa sinfonía de cilindros no requería de ningún sistema de audio adicional. El rugido del 250 GTO era la música más deseada para sus afortunados conductores.
Opciones de acabados exteriores eran escasas, primando la funcionalidad deportiva sobre el lujo o personalización estética.
El enfoque estaba en la ligereza y la simplicidad, por lo que los opcionales interiores eran prácticamente inexistentes.
Ferrari no ofrecía paquetes tradicionales de opcionales como en los coches actuales. Cada 250 GTO era prácticamente hecho a medida para competición profesional o para un exclusivo cliente, con sus especificaciones particulares de carrera.
No había listados de opcionales como los entendemos hoy; cada vehículo era una obra maestra personalizada.
Si estás pensando en asegurar un Ferrari 250 GTO del 62, aquí tienes una guía rápida:
Asegurar una joya como esta definitivamente no es lo mismo que un coche de calle. ¡Es un trato único para un coche único!
El Ferrari 250 GTO estaba equipado con un motor V12 de 3.000 cc con una potencia que variaba entre 290 y 300 CV, permitiéndole alcanzar una velocidad máxima de aproximadamente 280 km/h.
Se fabricaron 36 unidades del Ferrari 250 GTO entre 1962 y 1964, lo que contribuye a su exclusividad y valor como coche clásico.
El Ferrari 250 GTO contaba con una caja de cambios manual de cinco velocidades diseñada para ofrecer una experiencia de conducción deportiva y precisa.
El interior del Ferrari 250 GTO era bastante espartano y funcional, acorde con su enfoque en la competición, con solo los asientos básicos necesarios para el piloto y el copiloto.
La carrocería del Ferrari 250 GTO fue diseñada para óptimas prestaciones aerodinámicas. Fue obra de ingenieros de Ferrari y carroceros como Scaglietti, reflejando la estética deportiva de la época.
Sí, el Ferrari 250 GTO compitió y obtuvo notables éxitos en prestigiosas carreras como Le Mans, Tour de France y Targa Florio, consolidando su fama como uno de los coches de carreras más legendarios.
A pesar de su producción limitada, los Ferrari 250 GTO aparecen ocasionalmente en subastas, alcanzando precios que lo sitúan entre los coches más caros jamás vendidos debido a su rareza y legado histórico.