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El Daihatsu Charade 1993 es una manifestación de eficiencia y practicidad. Consolidado como un vehículo subcompacto, este modelo prosigue la tradición de su antecesor, el Charade de tercera generación, ofreciendo una solución de movilidad económica y funcional. Destaca por su motorización refinada y su diseño compacto, ideal para la conducción urbana. Asimismo, la preocupación por la seguridad y el rendimiento se perciben en su ingeniería, sin sacrificar la comodidad del conductor y los pasajeros. Este año del Charade sigue siendo recordado por su fiabilidad y bajo costo de mantenimiento, cualidades que lo han convertido en un vehículo apreciado tanto en mercados emergentes como en aquellos con una larga historia automotriz.
El Daihatsu Charade 1993 ofrecía a sus clientes diferentes variantes de carrocería, satisfaciendo así diversas necesidades y preferencias. Entre sus opciones se encontraban:
Cada variante mantenía la esencia del Charade, destacando su tamaño compacto y la eficiencia en consumo de combustible.
El año 1993 marcó un punto interesante en la historia del Daihatsu Charade, siendo uno de los últimos representantes de su tercera generación, antes de dar paso a la cuarta y última generación en 1994. Este año es reflejo de una época donde la simplicidad y el rendimiento económico eran altamente valorados en un automóvil.
Modelo | Motor | Transmisión |
---|---|---|
Charade CLS | 1.3L I4 | Manual/Automático |
Charade CX | 1.0L I3 | Manual/Automático |
Charade TS | 1.0L Turbo I3 | Manual |
Charade SG | 1.5L I4 | Manual/Automático |
Estas versiones ofrecían distintas configuraciones mecánicas y niveles de equipamiento, adecuándose a las expectativas de un rango amplio de clientes.
Estas características subrayan el compromiso de Daihatsu por ofrecer vehículos accesibles y eficientes.
Comodidad8,9
Seguridad9,3
Calidad/Precio9,2
Diseño9,3
En 1993, los precios del Daihatsu Charade reflejaban su posicionamiento como un coche económico y accesible. En el mercado de coches nuevos, el Charade era competitivo frente a sus rivales, proporcionando una opción de bajo costo inicial. Para el mercado de segunda mano, su depreciación era relativamente baja, manteniendo un buen valor de reventa en comparación con otros vehículos de la época. Esto se debía, en gran parte, a su reputación de fiabilidad y bajo costo de reparación. Los precios variaban según la versión, con el modelo base siendo el más asequible y el turbo o las versiones con mayor cilindrada incrementando el precio. La oferta disponible era amplia, permitiendo a los compradores elegir según su presupuesto y necesidades.
Las fichas técnicas del Daihatsu Charade 1993 proporcionaban información detallada sobre sus capacidades y características. Se incluían datos sobre dimensiones, peso, capacidad del maletero y detalles del motor, todo esencial para comprender las especificaciones del vehículo. Los acabados variaban entre los modelos, ofreciendo desde lo más básico hasta opciones con más confort y tecnología.
La paleta de pinturas y colores para el Daihatsu Charade 1993 era amplia, permitiendo a los clientes personalizar su vehículo según sus gustos. Los colores variaban desde tonos sobrios y clásicos hasta opciones más vibrantes y juveniles. La calidad del acabado era adecuada para la gama, ofreciendo una resistencia razonable frente a los elementos.
El Daihatsu Charade 1993 ofrecía llantas de acero con tapacubos para las versiones más básicas, mientras que los modelos de gama más alta podían disponer de llantas de aleación ligera. Las medidas y el diseño de las llantas contribuían a la estética general del coche, así como a la dinámica de conducción.
El Daihatsu Charade (1993) ofrecía un interior sencillo pero funcional, característico de los vehículos de su época. Los asientos estaban diseñados para proporcionar un apoyo básico y estaban tapizados en tejidos duraderos, que resistían el desgaste diario. A pesar de su enfoque económico, el Charade buscaba mantener un cierto nivel de confort, con espacios bien aprovechados y una ergonomía aceptable para la conducción. Los asientos traseros se podían abatir, ofreciendo mayor versatilidad y espacio de carga en un vehículo de dimensiones compactas. La tapicería, aunque no lujosa, era resistente y se ofrecía en varios colores, permitiendo cierta personalización al gusto del cliente.
El Daihatsu Charade (1993) incorporaba las medidas de seguridad básicas de la época, como cinturones de seguridad delanteros ajustables y un sistema de frenos eficiente. No obstante, carecía de sistemas avanzados como los airbags o el ABS, que empezaban a popularizarse en segmentos superiores.
Para la época, el sistema de audio del Daihatsu Charade (1993) era funcional, incluyendo una radio AM/FM y, en algunos casos, una casetera. Los controles sencillos y la falta de conectividad moderna como Bluetooth o puertos USB eran lo habitual en aquel entonces, centrándose en la practicidad más que en la innovación tecnológica.
En su exterior, el Daihatsu Charade (1993) podía personalizarse con varios opcionales. Algunos modelos ofrecían llantas de aleación, spoilers y faros antiniebla, elementos que no solo mejoraban la estética sino también la funcionalidad del coche en condiciones adversas.
En cuanto a los opcionales interiores, los clientes podían optar por un aire acondicionado, un elemento muy valorado en climas cálidos, y elevalunas eléctricos para mayor comodidad. Estas opciones subían el nivel de confort del Charade sin comprometer su carácter económico.
Existían paquetes que agrupaban varios opcionales para mejorar la experiencia a bordo, como el paquete de confort, que incluía elementos como el aire acondicionado y mejoras en la tapicería.
Además de los mencionados, otros opcionales disponibles para el Daihatsu Charade (1993) incluían sistemas de sonido mejorados con altavoces adicionales, tapacubos con diseños distintivos, y en algunos mercados, se ofrecían variaciones en el motor para aquellos que buscaban un poco más de potencia. Internamente, se podía optar por un mejor aislamiento acústico, lo que contribuía a un viaje más silencioso. Aunque el Charade era un coche orientado a la economía, estos opcionales permitían a los propietarios personalizar su vehículo y mejorar su experiencia de conducción, adaptando el coche a sus necesidades y preferencias.
Al calcular el seguro del Daihatsu Charade (1993), es importante considerar factores como la fiabilidad y el coste de reparación, usualmente bajos en este modelo.
Estos detalles hacen que el Charade se distinga como una opción económica en términos de seguro automotriz.
El Daihatsu Charade de 1993 se ofrecía con varias motorizaciones, con potencias que iban desde los 70 CV hasta los 105 CV, y cilindradas que oscilaban entre los 1.0 y 1.6 litros.
El Daihatsu Charade de 1993 tiene capacidad para alojar hasta 5 pasajeros, incluyendo al conductor.
Este modelo podía equiparse con transmisión manual de 5 velocidades o una automática de 3 velocidades, dependiendo de la versión y el mercado.
El Daihatsu Charade de 1993 podría alcanzar una velocidad máxima que varía entre 150 km/h y 190 km/h, dependiendo de la motorización y la configuración específica.
La eficiencia de combustible del Daihatsu Charade de 1993 puede variar, pero en general, proporciona consumos que oscilan entre los 5 y los 7 litros por cada 100 km en ciclo combinado, según la motorización y el tipo de uso.
El Daihatsu Charade de 1993 estaba disponible en varias configuraciones de carrocería, incluyendo hatchback de tres y cinco puertas y una versión sedán de cuatro puertas.
El espacio de carga del Daihatsu Charade de 1993 varía en función de la carrocería, pero en general, el hatchback ofrecía un maletero con una capacidad aproximada de 200 litros, que podía ampliarse abatiendo los asientos traseros.