El Citroën Xantia Automático es ese clásico que recuerdas en la cochera del vecino. Lanzado a principios de los 90, seguía la línea de confort y diseño propios de Citroën. Lo más destacado: su suspensión hidroneumática, ¡una pasada en suavidad! Los interiores cómodos y ese toque francés de elegancia lo hacían especial. En carretera, el cambio automático era pura comodidad. Y sí, también tenía esa fama de mecánica caprichosa, pero ¡vaya que si tenía carácter!
El Citroën Xantia Automático se ofreció en diversas versiones a lo largo de su vida útil. Desde las variantes con motorizaciones más modestas hasta las más potentes y equipadas, como el Xantia Activa con control de estabilidad activo, precursor en seguridad. Los amantes de la mecánica valoraron especialmente las ediciones con suspensiones hidroactivas que brindaban un confort de marcha excepcional. Estos modelos se convirtieron en referentes del confort automotriz de los años 90.
El Citroën Xantia Automático se destacó por su imagen distintiva y sus avanzadas prestaciones técnicas. Desde su lanzamiento, ofrecía una experiencia de conducción suave y relajada, gracias a la emblemática suspensión hidroneumática de la marca. La seguridad no se quedaba atrás, con opciones que incluían ABS y airbags. Los interiores eran un santuario de confort con asientos ergonómicos y un agradable diseño. El modelo contó con extras como climatizador automático y sistema de audio de calidad, apostando siempre por la comodidad del conductor y los pasajeros.
Comodidad9,3
Seguridad9,0
Calidad/Precio9,0
Diseño9,7
Hoy en día, el Citroën Xantia Automático es una opción asequible para los amantes de los clásicos con un toque de exclusividad. En su época, presentaba una buena relación calidad-precio, situándose como una opción competitiva en su segmento. Con el paso del tiempo, los precios para un Xantia de segunda mano pueden variar considerablemente, dependiendo del estado de conservación y kilometraje. Sin duda, adquirir una unidad en buen estado puede ser una verdadera ganga para coleccionistas y nostálgicos.
La ficha técnica del Citroën Xantia Automático detalla especificaciones que van desde la capacidad del motor hasta el tamaño del maletero. Los acabados, tanto en el exterior como en el interior, reflejan la calidad y el diseño característicos de la marca.
La gama de colores del Citroën Xantia Automático incluía clásicos como el blanco Banquise, el rojo Lucifer o el inconfundible azul Mauritius. Estas pinturas no solo le daban personalidad al vehículo, sino también resaltaban las líneas fluidas y elegantes de su carrocería. Con el tiempo, algunos de estos tonos se han convertido en señas de identidad para coleccionistas y aficionados, manteniendo vivo el legado estético del Xantia.
Las llantas del Citroën Xantia Automático eran más que un complemento estético; proporcionaban estabilidad y seguridad en la conducción, además de realzar el aspecto general del vehículo. Los diseños variaron con las ediciones, pero siempre se mantuvieron fieles a la elegancia y la funcionalidad propias de Citroën.