El Citroën ID de 1962 se desmarcó como una variante más económica y accesible de su hermano el DS, conocido como “Tiburón” por su diseño vanguardista. Manteniendo la carrocería aerodinámica, se diferenció por su interior sencillo y un enfoque mecánico menos complejo. A pesar de ello, el ID no escatimó en el confort de marcha, con su famosa suspensión hidroneumática que garantizaba un viaje suave incluso en las carreteras más irregulares. Esta combinación de estilo, confort y accesibilidad, lo convirtieron en una opción atractiva para la clase media de la época.
El Citroën ID se ofreció en diversas variantes de carrocería que incluían el sedán clásico y el break o familiar, éste último muy apreciado por su amplio espacio interior y funcionalidad. Todas las variantes mantenían la esencia del diseño futurista del DS, aunque simplificaban algunos aspectos técnicos y estilísticos para posicionarse como una opción más accesible. La elegancia y la practicidad se unían en estas variantes, demostrando la versatilidad de la gama ID.
El año 1962 marcó un hito importante en la gama Citroën, con el ID posicionándose como una opción ingeniosa dentro del mercado automovilístico. Mantuvo su relevancia gracias a su enfoque práctico y estilizado, atrayendo a una amplia gama de consumidores.
Bueno, ¿quieres saber qué movidas traía el Citroën ID en ’62? Aquí te dejo un repasito:
Cada modelo tenía sus cosillas, como distintos acabados o motores, pero todos compartían esa suspensión mágica que te hacía flotar.
– Diseño aerodinámico | – Suspensión hidroneumática |
– Confort superior | – Opción de carrocería familiar |
Comodidad9,2
Seguridad9,2
Calidad/Precio9,4
Diseño9,6
A ver, en cuanto a la pasta, el Citroën ID se lanzó con la idea de ser más asequible que el DS, y lo logró. Claro que los precios variaban según el modelo y los extras que le metieras. Eso sí, comparado con otros coches de la época, pagabas por un diseño único, confort de marcha y una suspensión que ni en los sueños más guapos. Siendo honestos, no era un carro baratito, pero vaya que ofrecía algo diferente a lo que estaban acostumbrados los conductores de aquel entonces.
Los acabados del Citroën ID reflejaban su filosofía de calidad y confort, con un enfoque en la funcionalidad y el diseño práctico. Las fichas técnicas destacaban su innovadora suspensión y las medidas proporcionaban un habitáculo espacioso.
En 1962, el Citroën ID iluminaba las calles con su gama de colores, desde el clásico Gris Paloma hasta el vivo Rojo Ribera. La calidad de la pintura y la variedad de tonalidades disponibles resaltaban las líneas fluidas y elegantes del coche, haciendo que cada unidad brillara con personalidad propia y ofreciendo a los clientes la posibilidad de expresar su estilo individual.
Las llantas del Citroën ID eran parte esencial de su identidad visual. Desde las sencillas pero elegantes llantas de acero con tapacubos que destacaban la funcionalidad, hasta las opciones más sofisticadas que resaltaban la elegancia del diseño. Las dimensiones y la ingeniería detrás de estas llantas estaban pensadas para complementar la suspensión hidroneumática, ofreciendo estabilidad y seguridad sin comprometer el confort. En resumen, las llantas no solo eran un elemento de estilo, sino un componente clave en la experiencia de conducción única que ofrecía el ID.
En 1962, el Citroën ID presentaba un interior que valoraba confort y funcionalidad. Los ofrecían comodidad notoria, con asientos delanteros individuales que posibilitaban un ajuste satisfactorio para largos viajes. La tapicería, ejecutada con materiales de calidad para la época, abrazaba una estética simple pero elegante, característica de la firma francesa. Los detalles técnicos, tales como la densidad de la espuma de los asientos y la resistencia de los textiles, reflejaban el esmero por ofrecer una experiencia de viaje placentera y duradera.
El Citroën ID (1962) contaba con elementos de seguridad que eran pioneros en su tiempo. Dicha seguridad se manifestaba a través de una estructura reforzada y la implementación de frenos mejorados para asegurar una detención eficiente. Sin embargo, los estándares de seguridad de esa época difieren mucho de los actuales.
En la era del Citroën ID, la conectividad y el sistema de audio no eran como los conocemos hoy. No obstante, el modelo podía incorporar un radio que, para aquel momento, brindaba a los ocupantes del vehículo un nivel de entretenimiento y conexión con el mundo exterior. Aunque las opciones eran limitadas comparadas con los avanzados sistemas actuales, la inclusión de un radio AM/FM era un lujo bastante apreciado en su tiempo.
Los opcionales de la época para el Citroën ID (1962) eran modestos frente a los estándares modernos. Disponibles estaban las variantes de colores y algunos detalles cromados que podían personalizar la apariencia externa, reforzando su estatus como ícono del diseño automovilístico francés.
En cuanto a los , los clientes del Citroën ID podían elegir entre diferentes tipos de tapicerías y acabados en madera para el salpicadero, permitiendo así un grado de personalización que realzaba la experiencia de confort interior.
Los de equipamiento opcional eran limitados en comparación con los actuales, pero aun así ofrecían un abanico de posibilidades para aquellos deseosos de un extra de lujo o funcionalidad en su Citroën ID.
Otro tipo de opcionales incluían mejoras en la suspensión y variantes en el sistema de iluminación, que aunque básicas, permitían adaptar el vehículo a las necesidades y gustos de cada conductor.
Asistencia en carretera: | Disponible |
Protección de la inversión: | Valoración especial para clásicos |
Factores de riesgo: | Ajustados a vehículos históricos |
Para asegurar su Citroën ID (1962), un icono del diseño automovilístico, es esencial considerar un seguro que aprecie su valía como vehículo clásico. Tales seguros suelen ofrecer cobertura especializada que protege la inversión realizada en un automóvil de colección.
El Citroën ID de 1962 ofrece una gama de potencias que varía aproximadamente entre los 60 y 83 CV, dependiendo de la versión específica y del año de fabricación en que se encuentre.
El Citroën ID está equipado con un motor de gasolina de 4 cilindros en línea, y la cilindrada de estos motores oscila generalmente entre 1.9 y 2.3 litros.
El Citroën ID típicamente tiene capacidad para acomodar a 5 pasajeros, incluyendo el conductor.
El Citroën ID cuenta con una avanzada suspensión hidroneumática, la cual es una de las características más innovadoras y distintivas de este modelo.
La velocidad máxima del Citroën ID varía según el modelo y su estado mecánico, pero generalmente se sitúa en un rango que va desde los 135 km/h hasta los 160 km/h aproximadamente.
No, el Citroën ID no se fabricó en variantes descapotables o de techo abierto; su diseño se centró en las versiones sedán y familiar.
El Citroën ID generalmente viene equipado con una transmisión manual de 4 velocidades, aunque hay variaciones en función del año y del modelo específico.