El Citroën CX Automático es un vehículo que se destacó por su diseño avanzado y su enfoque en el confort durante su producción, desde 1974 hasta 1991. Este modelo, dotado con una suspensión hidroneumática autonivelante, ofreció una experiencia de conducción suave y elegante. Los motores de gasolina y diésel que se incorporaron a lo largo de su historia brindaron una respuesta satisfactoria y eficiente, haciendo del CX un referente en el segmento de coches ejecutivos.
El Citroën CX Automático se introdujo en el mercado automovilístico como sucesor del Citroën DS y pronto se convirtió en un símbolo de innovación y estilo. A lo largo de sus años de producción, el CX Automático fue objeto de diversas actualizaciones y mejoras, con el fin de mantenerse al día en términos de tecnología y comodidad. En 1985, por ejemplo, el CX recibió una importante renovación en su interior y exterior que reforzó su carácter distintivo. Varias versiones, desde sedanes hasta familiares y hasta versiones turbo, se fueron sucediendo para satisfacer las demandas cambiantes del mercado.
El Citroën CX Automático se ofreció en una variedad de versiones, que enriquecieron la gama a lo largo de los años:
Cada modelo incorporó detalles de diseño y equipamiento únicos, como inserciones de madera en los interiores o sistemas de suspensión mejorados, que reafirmaron la exclusividad del modelo.
Las características del Citroën CX Automático incluyen:
Algunas variantes, como el CX Prestige, destacaron por ofrecer un mayor nivel de acabado y equipamiento de serie, subrayando el lujo y la comodidad que caracterizaron a la gama.
Comodidad9,6
Seguridad9,4
Calidad/Precio9,3
Diseño8,9
Los precios del Citroën CX Automático variaron dependiendo del año, modelo y estado del vehículo. Actualmente, su valor en el mercado de coleccionistas puede fluctuar significativamente.
Las fichas técnicas del Citroën CX Automático reflejaban la ambición de la marca por ofrecer un coche de gama alta. Los acabados y medidas variaban entre los distintos modelos, ofreciendo opciones para diferentes necesidades y gustos.
La gama de pinturas y colores disponibles para el Citroën CX Automático fue una de sus señas de identidad. Los colores clásicos y elegantes, como el gris plata y el azul oscuro, destacaron la silueta aerodinámica y la estética atemporal del vehículo.
Las llantas del Citroën CX Automático fueron diseñadas no solo para complementar su estética vanguardista, sino también para contribuir a sus capacidades dinámicas. La elección del tamaño y el diseño de las llantas influía en el comportamiento del vehículo, así como en la comodidad de la marcha, siendo un aspecto crítico en el diseño de este coche emblemático.
El Citroën CX Automático destaca por un interior que enfatiza el confort y el diseño vanguardista de la época. Los asientos del CX Automático fueron diseñados para ofrecer un apoyo ergonómico y una comodidad sin precedentes en largos viajes. Incorporando tapicerías de alta calidad, disponían de materiales como el cuero o tejidos premium según la versión. Se prestó especial atención a los detalles con costuras y acabados que reflejaban la elegancia francesa. El voluminoso acolchado y la posibilidad de ajustes múltiples proporcionaban una experiencia de viaje única, manteniendo la filosofía de confort de Citroën.
En términos de seguridad, el Citroën CX Automático fue un vehículo adelantado a su tiempo, incluyendo características como dirección asistida que facilitaban la maniobrabilidad. Sus amplios frenos de disco en las cuatro ruedas y la suspensión hidroneumática autonivelante garantizaban una estabilidad sobresaliente, aún en condiciones adversas. A esto se suman los cinturones de seguridad y los reposacabezas, que aunque hoy parecen estandarizados, en la época del CX suponían elementos de seguridad avanzada. La estructura de la carrocería del Citroën CX también fue diseñada para ofrecer una mejor absorción de impactos, protegiendo así a los ocupantes en caso de colisión.
Aunque el Citroën CX Automático es un modelo que pertenece a una era anterior a la revolución digital, se equipó con lo último en tecnología de su tiempo. Los sistemas de audio eran de alta fidelidad y, en algunos modelos, se podían encontrar opciones de radio con cassette. Estos sistemas ofrecían una experiencia sonora adecuada y eran considerados un lujo para la época. A medida que el coche fue evolucionando, se introdujeron mejoras en estos sistemas para satisfacer las demandas crecientes de los usuarios por una experiencia más enriquecedora y entretenida durante la conducción.
El Citroën CX Automático contaba con una gama de opciones exteriores que permitían personalizar el vehículo. Entre estas se encontraban diversas pinturas metalizadas, llantas de aleación de diseño exclusivo y accesorios como faros antiniebla y retrovisores con ajuste eléctrico. Estas opciones no solo mejoraban la estética del coche, sino que también aportaban funcionalidad y un toque distintivo en las carreteras.
En cuanto a los opcionales interiores, los clientes podían elegir entre una variedad de inserciones de madera, aplicaciones cromadas y diversos diseños de paneles de instrumentos y consolas centrales. Se ofrecían equipamientos como el aire acondicionado automático y el control de crucero, que elevaban el nivel de confort y sofisticación del CX Automático.
Estaban disponibles diferentes paquetes que agrupaban varios opcionales en función de aspectos como el confort, la estética o el rendimiento, facilitando a los clientes la personalización de su Citroën CX Automático según sus preferencias y necesidades.
Los opcionales del Citroën CX Automático también incluían avanzados sistemas de suspensión, paquetes de seguridad mejorados, y elementos de confort como el techo solar eléctrico. Todo ello permitía al CX destacarse en su segmento y ofrecer una experiencia de conducción y viaje totalmente personalizable y adaptada al gusto del comprador.
Calcular el seguro del Citroën CX Automático requiere considerar sus características únicas:
1. Historia y prestigio de la marca.
2. Tecnología de suspensión hidroneumática como factor diferencial.
3. Valor de coleccionista para modelos en buen estado.
4. Disponibilidad de piezas y reparabilidad.
El modelo se posiciona como un clásico, y su mantenimiento y conservación pueden influir en las tarifas del seguro. Es importante que los propietarios consulten con compañías especializadas en vehículos clásicos para obtener condiciones y coberturas adecuadas.
La potencia del motor de los Citroën CX Automático puede variar dependiendo del modelo y año de fabricación, generalmente oscilando entre 102 y 168 CV (caballos de vapor).
La cilindrada de los Citroën CX Automáticos abarca un rango que puede ir desde aproximadamente 2000 cc a 2500 cc, dependiendo del modelo específico y la configuración del motor.
Los Citroën CX Automáticos están diseñados para acoger cómodamente a 5 pasajeros, incluyendo el conductor.
La velocidad máxima de un Citroën CX Automático puede variar, pero generalmente los modelos están capacitados para alcanzar una velocidad entre 175 y 200 km/h.
El consumo medio de un Citroën CX Automático puede oscilar entre 9 y 12 litros cada 100 km, dependiendo de factores como el estilo de conducción, el tipo de carretera y el estado del vehículo.
El Citroën CX Automático se equipa con una transmisión automática de 3 o 4 velocidades, según el año de fabricación y el modelo en cuestión.
Aunque el Citroën CX Automático fue avanzado para su época en cuanto a comodidad y diseño, puede no contar con las tecnologías modernas de seguridad que son estándar en los vehículos actuales, dada su antigüedad.