El Citroën CX de 1982 es un hito en la historia automotriz de la marca francesa. Un vehículo que destacó por sus innovaciones técnicas y su diseño vanguardista. Poseía una suspensión hidroneumática que proporcionaba una conducción suave y confortable, aparte de un diseño aerodinámico que favorecía el rendimiento. Este modelo también incluía características de lujo para su época, como asientos ajustables y una rica dotación tecnológica que mejoraba la experiencia de conducción.
Esta joya francesa no era una monotonía en el garaje: ¡vamos a ver qué sabores traía!
El Citroën CX de 1982 se ubicó en una época donde los autos empezaban a incorporar más tecnología sin perder el encanto de los diseños clásicos. Fue un modelo que mantuvo el legado de innovación de Citroën y que aún hoy es recordado por su equilibrio entre funcionalidad y estética. Un auto que, a pesar de los años, sigue girando cabezas cuando pasa.
El Citroën CX de 1982 se ofrecía en varias versiones, cada una con sus particularidades técnicas. Desde los motores de gasolina hasta las más económicas opciones diésel, había un CX para cada necesidad. Las versiones más conocidas como el CX 20 o el potente CX 25 GTi turbo destacaban por su rendimiento. Los entusiastas aún recuerdan la sensación de manejo que proporcionaban estos autos, gracias a su precisa caja de cambios y a la respuesta entregada por sus propulsores. Sin lugar a dudas, cada versión del CX representaba un equilibrio entre potencia y confort.
Suspensión Hidroneumática | Diseño Aerodinámico |
Confort Interior | Tecnología de Vanguardia |
Comodidad8,9
Seguridad8,9
Calidad/Precio9,2
Diseño9,7
En 1982, el Citroën CX se posicionaba en un segmento competitivo, ofreciendo un balance entre calidad y precio. Los costos variaban según las versiones y equipamientos, pero en general, representaba una buena relación valor-precio para los sofisticados compradores de la época.
Las fichas técnicas del Citroën CX de 1982 reflejan su diversidad en acabados y medidas. Cada detalle meticulosamente elegido para adaptarse a diferentes necesidades, desde el eficiente consumo de los modelos diésel hasta los lujosos interiores de las versiones Prestige, reflejaban la meticulosidad del diseño y la ingeniería francesa.
El Citroën CX de 1982 se podía vestir en una gama de colores que iban desde el clásico Gris Perla hasta un atrevido Rojo Delage. Estas opciones permitían personalizar el coche y destacar el elegante diseño que lo caracterizaba.
Las llantas eran un complemento clave del CX, disponibles en diferentes estilos y tamaños. Las llantas de serie eran ya imponentes, pero las opciones de aleación podían elevar el estilo y rendimiento. Eran más que un simple accesorio: reforzaban la presencia del vehículo y mejoraban su manejo y estabilidad en carretera.
Si chicos, el Citroën CX de 1982 es toda una caja de sorpresas en cuanto a confort. Los asientos son la mar de cómodos, con tapicerías que, aunque suenen a viejuno, tienen su aquel. Y nada de plásticos duros, ¡eso era un no-no! La sensación al tacto es una mezcla de nostalgia y lujo asequible.
El CX no era un búnker, pero para su época traía cosillas interesantes. Estructura reforzada y cinturones sí que no faltaban.
Vale, no esperéis milagros del ’82, pero el Citroën CX sabía cómo poner banda sonora a tus viajes. Aunque no tenía pantalla táctil ni nada futurista, sí que contaba con una radio molona para la época. Imagínate, los botones, la antigualla de buscar tu emisora favorita, ¡y a gozar de esos tunes retro mientras conducías!
En el Citroën CX de 1982 se podían añadir paquetes de opcionales que mejoraban notablemente la experiencia al volante. Desde mejoras en la funcionalidad, como el paquete de visibilidad con espejos eléctricos, hasta lo último en confort con el paquete de lujo, que incluía tapicerías de más alta gama y detalles exclusivos en madera. Incluso había paquetes deportivos, con ajustes en la suspensión y elementos aerodinámicos para aquellos que querían un toque más racing.
¡Acción, cámara y acelerador! Sumérgete en los vídeos de prueba del Citroën CX y descubre cómo se las gastaba en carretera este clásico francés.
Descubre las curiosidades y anécdotas más sorprendentes del Citroën CX. Desde su nacimiento como sucesor del legendario DS hasta su papel protagonista en películas y series de la época.
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Si el Citroën CX te mola, quizás te flipen también carros como el Peugeot 505 o el Renault 25. Todos ellos con ese rollo francés inconfundible de los 80.
El Citroën CX (1982) ofrecía una gama de motores con potencias que iban aproximadamente desde los 75 CV en las versiones de entrada hasta los 168 CV para los modelos más potentes, como el CX GTi Turbo.
Los motores del Citroën CX presentaban cilindradas que oscilaban entre los 2.0 litros y los 2.5 litros, dependiendo de la versión y el año de fabricación.
El Citroën CX típicamente cuenta con 5 asientos. Es conocido por su confortable suspensión hidroneumática que ofrece un viaje suave y una experiencia de conducción distintiva.
El Citroën CX puede alcanzar velocidades máximas que varían entre aproximadamente 160 km/h para las versiones más básicas y hasta alrededor de 220 km/h para los modelos de gama alta como el GTi Turbo.
El Citroën CX estaba disponible tanto con transmisión manual de 4 o 5 velocidades, como con una transmisión automática de 3 velocidades, dependiendo de la versión específica del modelo.
El Citroën CX incluía características de seguridad para la época como frenos de disco en las cuatro ruedas, suspensión hidroneumática auto-nivelante, y en algunos modelos, ABS y luces direccionales delanteras.
El Citroën CX fue diseñado para utilizar gasolina y también había versiones diésel. El consumo de combustible variaba dependiendo de la versión del motor, con un rango aproximado entre 8 y 15 litros por cada 100 kilómetros.