Con el fin de ayudar al pueblo valenciano, donaremos 150€ a Cáritas por cada renting contratado por alguien nacido o residente en Valencia/Albacete o afectado por la DANA.
Motor | 2.5L I4 hasta 3.0L V6 |
Transmisión | Manual 5 velocidades o Automática 3 velocidades |
Categoría | Monovolumen |
Producción | 1989-1990 |
Asientos | 7 |
Ese ’89 fue un año interesante para Chrysler; lanzaron al Voyager con mucha chicha. Podías elegir entre dos tipos de carrocería: la tradicional y la extendida, más espacio, más familia.
Este Voyager fue uno de los pilares de Chrysler en su año. Debutó fuerte y marcó el comienzo de una era de monovolúmenes funcionales y estéticamente agradables. ¡Vaya arranque tuvo!
Con el Voyager, no te quedabas corto de opciones. Contaba con varias versiones: Base, SE y LE, cada cual con sus propios sabores. Más lujos, más detalles, mayor confort… había un Voyager para cada gusto y presupuesto, siempre dentro de la misma esencia de monovolumen práctico y vistoso.
– Motorización variada
– Tracción delantera
– Diseño familiar
– Confort en viaje
– Opciones de personalización
Comodidad9,5
Seguridad9,0
Calidad/Precio9,5
Diseño8,8
Hablemos del billete. En su año, el Voyager no era precisamente lo que dirías barato, pero tampoco era prohibitivo. Con una gama de precios que te permitían escalar desde lo más sencillo hasta lo más chic, el Voyager se posicionaba como una opción valiosa para las familias que querían algo más que un simple coche. Para los buscadores de gangas, siempre estaba la posibilidad de encontrar uno de segunda mano que aún conservase su brillo original sin exigir un rescate por él.
La ficha técnica del Voyager mostraba su musculatura: dimensiones generosas, una gama de motores para elegir, y esos acabados que gritaban “¡Calidad americana!”. El espacio nunca estuvo tan bien distribuido, y las medidas, pensadas para el confort de los siete pasajeros, eran el sello de la casa. Y por supuesto, esos acabados que permitían desde un viaje funcional hasta uno en primera clase.
Disponible en una paleta interesante: desde el clásico blanco hasta tonos más audaces. ¡Ponle color a tus viajes!
Las llantas no eran solo de acero sólido, tenías opciones de aleación. Listas para rodar con estilo y resistencia.
En la concepción del interior del Chrysler Voyager de 1989, se puso un énfasis notable en la confortabilidad y la funcionalidad. Los asientos, diseñados ergonómicamente, ofrecían un soporte adecuado y posibilidades de ajuste que permitían a los ocupantes encontrar su posición ideal de viaje. La tapicería, disponible en diversas texturas y calidades, desde tejidos resistentes hasta opciones más lujosas como cuero de alta calidad, aportaba un toque de sofisticación y durabilidad al conjunto. A esto se sumaba la utilidad de contar con asientos modulares, los cuales podían ser retirados o reconfigurados para ampliar el espacio de carga según las necesidades específicas de cada usuario, demostrando que el Voyager estaba diseñado pensando en la versatilidad.
La seguridad era una consideración primordial en el diseño del Chrysler Voyager en la década de los ochenta. Los sistemas de seguridad pasiva del modelo incluían cinturones de seguridad para todos los pasajeros y un robusto diseño de carrocería para mejorar la protección en caso de impacto. Aun sin contar con las avanzadas tecnologías de hoy, el Voyager estaba equipado con características que buscaban salvaguardar la integridad de los pasajeros, como el mecanismo de bloqueo de puertas para niños y la presencia de una rígida célula de pasajeros. Por supuesto, los estándares de seguridad han evolucionado considerablemente desde entonces, pero el Voyager de 1989 ya incorporaba fundamentos esenciales de protección.
Para la época, el Chrysler Voyager de 1989 integraba un sistema de audio que proporcionaba entretenimiento y conectividad para sus ocupantes. Este sistema, aunque básico en comparación con las opciones actuales, era funcional y mejoraba la experiencia de viaje. Con la posibilidad de incluir una radio AM/FM y un reproductor de casetes, los viajes en familia o las largas distancias se hacían más amenos al poder disfrutar de música o programas de radio durante el camino.
Descubre los opcionales exteriores para tu Chrysler Voyager y personaliza su estética a tu gusto. Elige entre diferentes acabados de pintura, añade rieles en el techo para más capacidad de carga o escoge llantas de diseño exclusivo.
Maximiza la comodidad interior de tu Chrysler Voyager con asientos de cuero premium, y agrega sistemas de entretenimiento para los asientos traseros o climatización automática para mayor confort.
Equipa tu Chrysler Voyager con paquetes que combinan lo mejor en seguridad, confort y estilo. Desde paquetes de asistencia al conductor hasta conjuntos de entretenimiento y navegación, todo diseñado para tu placer de conducción.
No dejes escapar la oportunidad de personalizar tu experiencia con opcionales que marcarán la diferencia en tu Chrysler Voyager. Añade sistemas de control de crucero, mejora la seguridad con airbags adicionales o selecciona un potente sistema de sonido.
El Chrysler Voyager de 1989 ofrecía una gama de motores que iba desde los 4 cilindros hasta los V6, con cilindradas que variaban desde 2.5L hasta 3.0L. La potencia de estos motores podía oscilar entre aproximadamente 96 y 150 CV.
El Voyager podía configurarse con 5 a 7 asientos, generalmente con dos filas de asientos para los modelos de 5 plazas y con tres filas para los de 7 plazas, ofreciendo opciones de asientos plegables y removibles para mayor versatilidad de carga.
El modelo de 1989 del Chrysler Voyager venía con opciones de transmisión manual y automática, siendo común encontrar variantes con 3 o 5 velocidades en las manuales, y de 3 velocidades en las automáticas.
La velocidad máxima del Chrysler Voyager de 1989 podía variar según la motorización, pero generalmente se encontraba en un rango de 160 a 180 km/h.
En 1989, las características de seguridad del Voyager podían incluir cinturones de seguridad en todos los asientos, frenos con sistema antibloqueo (ABS) opcional y barras de protección en las puertas para impactos laterales. Las opciones de seguridad podían variar según el mercado y el acabado.
El modelo ofrecía diversas comodidades que incluían aire acondicionado, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, sistema de audio y, en algunas variantes, asientos con ajuste eléctrico y control de crucero.
Sí, el Chrysler Voyager de 1989 tenía variantes con tracción a las cuatro ruedas, aunque la mayoría de los modelos vendidos eran de tracción delantera.