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El Buick Reatta es esa joyita americana con tintes de clásico que se te mete bajo la piel. Imagínate un coupé o convertible con líneas de los 90, una experiencia de conducción tan suave que se siente como deslizarse en mantequilla, y un motor de gasolina que ronronea como un gato grande. Con su producción exclusiva y su toque artesanal, cada Reatta tiene ese algo especial que hace que girar la llave sea el inicio de una historia interesante.
El Buick Reatta Gasolina se ha paseado por las calles en diversas versiones:
– Base Coupé
– Convertible
Cada uno ofrece algo distinto, pero todos comparten la esencia de ser un Buick: lujo discreto y rendimiento fiable. El coupé, con su techo rígido, es un clásico instantáneo, mientras que el convertible aporta ese toque de libertad imprescindible para los amantes del viento en la cara.
El Reatta destaca por su enfoque en el confort y la calidad de marcha. Con su interior elegante y ergonómico, es fácil sentirse especial al volante. No esperes un cohete de feria, sino más bien un crucero lujoso, con suficiente potencia para moverte con soltura y estilo. Esta joya no es para acelerar a fondo, sino para disfrutar el camino con clase.
Comodidad8,8
Seguridad8,7
Calidad/Precio9,1
Diseño9,1
Si buscas hacerte con un pedazo de historia automotriz, el Reatta podría ser tu mejor jugada. Pero recuerda, estamos hablando de un coche de culto, no de un utilitario cualquiera. Los precios varían según el estado, el año y si eliges el coupé o el descapotable más cotizado. Para un Reatta en buen estado, prepara tus ahorros porque se mueve en un rango que puede hacer que tu cartera llore o celebre.
Los Reatta venían equipados con detalles que en su momento eran la crema de la tecnología. Desde su peculiar pantalla táctil CRT, hasta los asientos de piel y el control de crucero, este coche tenía de todo para hacer sentir al conductor que estaba en la vanguardia. Las fichas técnicas reflejan su calidad de gran turismo americano, con dimensiones generosas y acabados que gritan ’90s por donde lo mires.
El abanico de colores del Reatta añade a su estampa retro un toque de personalidad. Desde el clásico rojo cereza hasta el elegante negro azabache, pasando por tonos más atrevidos, hay una paleta para gustos refinados y excéntricos por igual.
Las llantas del Reatta, con su diseño distintivo, no solo sostienen el coche, sino que ofrecen una declaración de estilo. Rodar con ellas es garantía de miradas curiosas y reconocimiento entre conocedores.
El Buick Reatta Gasolina destacó por un habitáculo que enfatizaba la comodidad y el lujo discretos. Los asientos, amparados por una tapicería de cuero de primera calidad, ofrecían ajustes eléctricos y soporte lumbar, un lujo para la época. La configuración interior estaba diseñada para acoger confortablemente a dos ocupantes, brindando un espacio íntimo y acogedor. El detalle de las costuras y la suavidad al tacto eran testimonio de la atención al detalle de Buick en este modelo cupé personal de lujo. La predominancia del negro y los tonos tierra en la paleta de colores realzaban esta atmósfera de exclusividad.
El Reatta incorporó características de seguridad pioneras para su época, como el sistema de frenos antibloqueo (ABS) y airbags para el conductor. Estos elementos, sumados a una estructura sólida, buscaban proteger a los ocupantes en casos de colisión, reflejando el compromiso de Buick con la seguridad vehicular.
Un aspecto distintivo del Buick Reatta Gasolina era su sistema de infoentretenimiento, que incluía la famosa Touch Screen Graphic Control Center, una pantalla táctil que permitía el manejo de diversas funciones del vehículo y el sistema de audio. Aunque rudimentario para los estándares actuales, en su momento significaba un avance tecnológico considerable. La experiencia sonora estaba respaldada por un sistema de audio premium que prometía alta fidelidad y una experiencia envolvente. Las opciones de radio AM/FM y casete (y, en modelos más nuevos, reproductor de CD) suponían un nivel de conectividad y entretenimiento acorde con el prestigio del modelo.
El Reatta ofrecía llantas de aleación de diseño exclusivo y luces frontales retráctiles que se escondían elegantemente en la carrocería. Estos opcionales realzaban el perfil deportivo y lujoso del coche.
Dentro de los opcionales interiores, se podían encontrar detalles como inserciones de madera en el tablero y volante, y un sistema de sonido mejorado para elevar la experiencia auditiva a bordo.
Además, Buick ofrecía paquetes premium de equipamiento que permitían personalizar el Reatta con complementos tecnológicos y de confort adicionales.
Como un gran turismo de la época, el Reatta permitía la incorporación de diversos opcionales que aumentaban notablemente su atractivo. Un techo solar eléctrico para disfrutar de los días soleados, un sistema de sonido más sofisticado con amplificador y cargador de CD, además de la posibilidad de incluir un teléfono móvil integrado, eran algunas de las elecciones para quienes deseaban ir más allá en cuanto a lujo y comodidad. Algunos modelos podían añadir también controles de velocidad adaptativos y suspensión variable para una conducción más personalizada y confortable, ajustándose así a las preferencias y necesidades del conductor. En resumen, el Reatta ofrecía un abanico de opciones para convertirlo en un vehículo con una identidad única.
Calcular el seguro de un Buick Reatta Gasolina implica tener en cuenta la singularidad de este cupé: su exclusividad, una producción limitada y el ser un modelo ya considerado un clásico. Estos factores impactan la prima del seguro, ya que se trata de un vehículo con características únicas y un valor histórico añadido.
Los Buick Reatta Gasolina disponen de motores con un rango de potencia que puede variar aproximadamente entre 165 y 170 CV (cv).
El Buick Reatta Gasolina cuenta con motores de 6 cilindros en V y una cilindrada que oscila alrededor de los 3.8 litros.
El Buick Reatta es un vehículo con una configuración de asientos para 2 personas.
La velocidad máxima del Buick Reatta Gasolina puede estar en el rango de hasta 200 km/h, dependiendo del modelo y las condiciones específicas del vehículo.
El Buick Reatta Gasolina solía equiparse con una transmisión automática de 4 velocidades.
El consumo de combustible del Buick Reatta Gasolina puede variar, pero generalmente se encuentra en un rango de 10 a 12 litros por cada 100 kilómetros, dependiendo del estilo de conducción y las condiciones del vehículo.
Para la época en la que fue fabricado, el Buick Reatta incluía características de seguridad consideradas avanzadas, como ABS y bolsas de aire, aunque no dispone de los sistemas modernos de asistencia al conductor disponibles en modelos más recientes.