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El BMW Serie 5 de 1991 se consolidó como un referente en el segmento de sedanes ejecutivos gracias a su equilibrio entre prestaciones y confort. Destacando por su diseño atemporal, este modelo ofreció una experiencia de conducción dinámica a través de su tracción trasera y un chasis afinado. Los motores iban desde eficientes cuatro cilindros hasta poderosos seis en línea, sin olvidar la opción del robusto V8. La tecnología no se quedaba atrás, con una suspensión avanzada y sistemas electrónicos que mejoraban la seguridad y el manejo.
El Serie 5 de 1991 se presentó en distintas variantes de carrocería que satisfacían diversas necesidades y gustos:
El año 1991 fue testigo de la consolidación de la tercera generación del BMW Serie 5, conocida como E34. Este modelo, que había sido lanzado en 1987, recibió varias actualizaciones durante su ciclo de vida para mantenerse competitivo ante sus rivales. El Serie 5 de 1991 se benefició de estas mejoras, incluyendo refinamientos en el interior y en el sistema de propulsión.
El 1991 BMW Serie 5 no solo destacaba por su calidad sino también por la variedad de sus versiones:
El BMW Serie 5 de 1991 se distinguía por el diseño ergonómico de su cabina, la calidad de sus materiales y su avanzado sistema de entretenimiento. La seguridad era una prioridad, con bolsas de aire y ABS. En términos de rendimiento, su suspensión independiente y sistema de gestión del motor aseguraban una conducción ágil y precisa.
Comodidad9,0
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,1
Diseño9,3
En su lanzamiento, el BMW Serie 5 de 1991 presentaba un rango de precios que reflejaba su posicionamiento premium en el mercado. Los precios variaban significativamente entre las versiones básicas y las más equipadas, y también dependían de los paquetes de opciones seleccionados por el comprador. Con el paso del tiempo, el valor de estos vehículos como coches de segunda mano se ha mantenido robusto, gracias a la percepción continua de calidad y durabilidad de la marca BMW.
Las fichas técnicas del BMW Serie 5 de 1991 revelaban una gama de motores eficientes y potentes, dimensiones equilibradas y un peso bien distribuido. Los acabados variaban desde los más sencillos hasta los de lujo, con madera y cuero de alta calidad.
La paleta de colores para el BMW Serie 5 de 1991 era extensa, permitiendo personalizar el coche a gusto del cliente. Los acabados iban desde los clásicos tonos metálicos hasta colores más atrevidos, todos aplicados con una calidad que resistía el paso del tiempo.
Las llantas del BMW Serie 5 de 1991 eran un complemento esencial en su estética y rendimiento. Había opciones de diferentes diseños y tamaños, desde las elegantes de 15 pulgadas hasta las más deportivas de 17 pulgadas. Estas llantas no solo destacaban visualmente, sino que también contribuían a la dinámica de conducción y al confort.
Los asientos del BMW Serie 5 de 1991 son el ejemplo perfecto de comodidad y estilo. Con una tapicería que destilaba lujo, ofrecían una sujeción que hacía sentir como si el coche te abrazara en cada curva. El diseño ergonómico y las regulaciones posibles permitían encontrar la posición perfecta para disfrutar de la conducción. Y es que, en estos coches, cada detalle, desde la costura hasta el apoyo lumbar, estaba pensado para el disfrute.
La seguridad siempre ha sido una prioridad en BMW, y el Serie 5 de 1991 es un claro ejemplo. Este modelo incorporaba avanzadas características de seguridad, como el control de tracción y el sistema antibloqueo de frenos (ABS), que ya por aquel entonces eran una declaración de intenciones por la seguridad activa. Además, la estructura rígida de la carrocería y los sistemas de retención mejorados, incluyendo pretensores de cinturón y airbags, brindaban una protección impresionante a los ocupantes, demostrando su compromiso con la seguridad pasiva.
Si bien la tecnología de conectividad ha avanzado mucho desde 1991, el BMW Serie 5 de la época ya contaba con un sistema de audio de calidad superior. Con altavoces que distribuían el sonido de manera uniforme y ajustes para personalizar la experiencia auditiva, los amantes de la música podían disfrutar de sus canciones favoritas con una claridad sorprendente. Aunque careciera de las pantallas y conexiones modernas, este modelo ofrecía lo que en su momento era tecnología punta en entretenimiento y audio.
Entre los opcionales exteriores del BMW Serie 5 de 1991, destacaban las distintas llantas de aleación que no solo influían en la estética, sino también en el comportamiento del coche. Los faros antiniebla y el techo solar eléctrico eran otros añadidos que elevaban tanto el diseño como la funcionalidad de este vehículo.
El BMW Serie 5 se podía personalizar con una variedad de opcionales interiores. Desde inserciones de madera noble y aplicaciones de cuero hasta un climatizador automático que garantizaba un ambiente óptimo en la cabina, cada detalle podía ser ajustado al gusto del conductor.
Los paquetes opcionales del BMW Serie 5 permitían una personalización más profunda. Con ellos, se podía mejorar desde la dinámica de conducción hasta la comodidad interior, pasando por las funcionalidades tecnológicas del vehículo.
En el momento de su lanzamiento, el BMW Serie 5 venía con una amplia lista de opcionales. Se podía optar por mejoras en el rendimiento, como la transmisión automática con modo manual o el control de suspensión adaptativa. El confort no se quedaba atrás, con asientos calefactables y ajustes eléctricos para encontrar la postura ideal. Para los que buscaban más lujo, estaban disponibles sistemas de sonido premium y un ordenador de abordo que, para la época, era el epítome de la innovación tecnológica en vehículos.
El BMW Serie 5 de 1991, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo un vehículo con un aura especial. Calcular su seguro implica valorar no solo su fiabilidad y seguridad inherentes, sino también su estatus como clásico moderno. Las compañías de seguros suelen tener en cuenta estas características únicas para ofrecer una póliza ajustada a un coche que ya es parte de la historia automovilística.
El BMW Serie 5 de 1991 se ofrece con una gama de motorizaciones de cuatro, seis y ocho cilindros, con potencias que van desde los 115 hasta los 315 CV y cilindradas que oscilan entre 1.8 y 4.0 litros, abarcando tanto versiones diésel como gasolina.
El Serie 5 de la gama 1991 está disponible principalmente en carrocería sedán, aunque también existe una variante familiar denominada Touring.
El BMW Serie 5 de 1991 puede equiparse con transmisión manual de cinco velocidades o con transmisión automática de cuatro velocidades, dependiendo del modelo y las preferencias del usuario.
La versión básica del BMW Serie 5 de 1991 incluye elementos como dirección asistida, elevalunas eléctricos, cierre centralizado y un sistema de audio básico, entre otros.
La velocidad máxima del BMW Serie 5 de 1991 varía según la motorización, con rangos que pueden ir de aproximadamente 190 km/h en los modelos básicos hasta 250 km/h en los modelos más potentes como el M5.
Sí, el BMW Serie 5 de 1991 ofrecía la variante 525iX que contaba con tracción integral, aunque la mayoría de los modelos de esa época venían con tracción trasera.
El BMW Serie 5 de 1991 utiliza una suspensión delantera tipo McPherson y una suspensión trasera multibrazo, ofreciendo un equilibrio entre confort de marcha y dinamismo en la conducción.