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Ah, el BMW Serie 3 de 1987, ese clásico que aún hoy levanta suspiros. En su época, un rey en prestaciones y estilo, con un motor que ronroneaba como un gato contento y una agilidad en la carretera que te hacía sentir en una pista de carreras. Era una maravilla de la ingeniería alemana: tracción trasera, un chasis equilibrado y una gama de potentes motores de cuatro y seis cilindros que ofrecían desde un paseo suave hasta una experiencia de adrenalina.
El Serie 3 (1987) estaba disponible en varias salsas: tenías el sedán para los que querían clasicismo y elegancia, el coupé para los más deportivos, y el descapotable para los amantes del viento en la cara. Cada uno con su personalidad, pero todos compartiendo esa esencia BMW pura y dura.
1987 fue un año icónico para el BMW Serie 3. El modelo, que por entonces estaba en su segunda generación, conocida como E30, continuaba ganándose el corazón de los aficionados al motor.
El BMW Serie 3 de 1987 tenía un abanico de opciones para todos los gustos. Desde el básico 316 hasta el poderoso M3, había una versión para cada aficionado a la conducción de calidad. Además, la introducción del 325i con su motor de 2,5 litros y seis cilindros significaba tener un pedacito de lujo rodante.
316 | 318i | 320i | 325i | M3 |
La Serie 3 del 87 era todo un pionero en tecnología, con sistemas como el ABS y el control de estabilidad, que hoy damos por sentado. Era un coche adelantado a su tiempo:
– ABS de serie en las versiones más altas.
– Dirección asistida precisa.
– Interior con acabados de primera que aún a día de hoy se sienten premium.
– Carrocería robusta que ha resistido el paso del tiempo.
Comodidad9,2
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,1
Diseño9,2
Diseño, rendimiento y tecnología no eran baratos, pero el Serie 3 ofrecía una relación calidad-precio que pocos en su segmento podían igualar. Una inversión en placer y prestigio.
Las fichas técnicas eran un alarde de detalle alemán: desde la potencia y el par motor hasta las dimensiones minuciosas de cada variante. Acabados que podían ir de lo sobrio y elegante a lo deportivo y llamativo. Las medidas eran compactas para la época, pero con una habitabilidad sorprendente.
El 87 trajo consigo pinturas que resistían admiradas el paso del tiempo. Colores vivos y sólidos que, décadas después, aún mantienen un brillo atractivo.
Encontrabas llantas para todos los gustos, desde diseños sobrios y elegantes hasta las más deportivas de aleación ligera. Eran la guinda perfecta para un pastel muy bien cocinado.
Con una clara orientación hacia el confort y la calidad, el interior del BMW Serie 3 de 1987 ofrecía una experiencia de conducción premium. Los asientos, ergonómicamente diseñados, proporcionaban soporte y comodidad incluso en los viajes más largos. Disponibles en varias opciones de tapicerías, incluyendo cuero de alta calidad y tejidos resistentes, cada detalle estaba pensado para sumergir al conductor y pasajeros en un ambiente de lujo y sofisticación técnica.
El BMW Serie 3 de 1987 estaba equipado con sistemas de seguridad innovadores para su época, como cinturones de seguridad con pretensores y protección sólida de la carrocería.
A pesar de su lanzamiento en una era pre-digital, el BMW Serie 3 (1987) disponía de un sistema de audio de alta fidelidad compatible con distintos formatos de la época, enfocado en la calidad sonora.
Los opcionales exteriores incluyen llantas de aleación distintivas, faros antiniebla y un techo solar eléctrico para una experiencia de conducción más exclusiva.
En el interior, se ofrecían volantes deportivos, control de crucero y un avanzado ordenador de a bordo.
Para quienes buscaban personalizar aún más su BMW Serie 3, existían paquetes que agregaban funcionalidades y estética diferenciales. Desde paquetes aerodinámicos M Sport que mejoraban la experiencia de conducción hasta paquetes de lujo con asientos calefactables y ajuste eléctrico, ofrecían una amplia gama de opciones para satisfacer las necesidades y gustos de cada cliente.
La gama de opcionales del BMW Serie 3 (1987) era un claro reflejo de la filosofía de la marca de ofrecer un vehículo que se adaptara a las preferencias individuales del conductor. Desde ajustes en la suspensión para una conducción más deportiva hasta sistemas de climatización automáticos de doble zona para un control preciso de la temperatura, los opcionales se extendían al ámbito de la seguridad con ABS y airbags para el conductor. Adicionalmente, se podían incluir sistemas de alarma de alta gama y un techo corredizo para disfrutar del cielo abierto con tan solo un botón. Cada opcional estaba diseñado para mejorar la experiencia de conducción y el confort, asegurando que el Serie 3 siguiera siendo un referente en su clase.
¿Te imaginas conduciendo un clásico como el BMW Serie 3 de 1987? Su diseño atemporal y su rendimiento legendario llaman la atención incluso hoy. Pero, ojo, no olvides calcular el seguro para rodar con tranquilidad. Entre sus particularidades, encontrarás que su valor como clásico puede influir en la prima, así como su fiabilidad alemana. Elegir el seguro adecuado es tan clave como elegir la ruta perfecta para disfrutar de este icono de la carretera.
Los BMW Serie 3 de 1987 ofrecen una gama de potencias que van desde los 90 CV en los modelos básicos hasta los 238 CV en las variantes más deportivas como el M3.
En 1987, el BMW Serie 3 se ofrecía en diferentes tipos de carrocería, incluyendo sedán, coupé y descapotable.
Las cilindradas de los BMW Serie 3 de 1987 varían desde 1.6 litros hasta 2.5 litros en los modelos estándar, y alcanzan hasta 2.3 litros en el modelo M3.
El BMW Serie 3 de 1987 cuenta con 5 asientos en la mayoría de sus variantes, proporcionando espacio tanto para el conductor como para cuatro pasajeros.
La velocidad máxima de los BMW Serie 3 de 1987 puede variar, alcanzando hasta aproximadamente 240 km/h en el modelo M3, mientras que los modelos más básicos pueden tener velocidades máximas en torno a los 175 km/h.
Los modelos de BMW Serie 3 de 1987 venían equipados tanto con transmisiones manuales de 5 velocidades como con opciones automáticas de 3 o 4 velocidades, dependiendo del modelo y configuración.
El consumo de combustible en los BMW Serie 3 de 1987 varía, con estimaciones que fluctúan entre 7 y 10 litros cada 100 km para los modelos más eficientes, mientras que los modelos de alto rendimiento como el M3 pueden ser menos eficientes.