El BMW Serie 3 de 1986 es un claro ejemplo de deportividad y elegancia alemana. Ofrece una experiencia de conducción excepcional, gracias a su suspensión equilibrada y un motor de rendimiento optimizado. La serie incluye variantes de diseño interior y tecnologías que potencian su confort y seguridad. Su estética, reconocible al instante, ha sido refinada para transmitir una sensación de lujo accesible. Un vehículo diseñado tanto para el entusiasta del automovilismo como para la familia moderna.
Modelo | Carrocería | Notas Destacadas |
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E30 | Berlina/Sedán | Favorito por su equilibrio entre confort y prestaciones. |
E30 Touring | Familiar | Ideal para quienes buscan espacio sin renunciar al diseño. |
E30 Coupé | Coupé | Estilo deportivo con un toque clásico muy apreciado. |
E30 Cabrio | Convertible | Perfecto para disfrutar de una conducción al aire libre. |
Desde su lanzamiento en 1975, el BMW Serie 3 ha experimentado constantes evoluciones. La versión de 1986 corresponde a la segunda generación, o E30, que destacó por mejorar aspectos clave como la aerodinámica y la introducción de elementos tecnológicos avanzados para la época. Este año también marcó el inicio de una era para los convertibles dentro de la familia, con una apuesta fuerte en diseño y funcionalidad. La durabilidad y confiabilidad del E30 de 1986 ayudaron a cimentar la reputación de BMW como fabricante de vehículos de lujo de alto rendimiento.
El BMW Serie 3 de 1986 se presentó con una variedad de modelos que abarcaban desde un fiable motor 316 con su eficiente 1.6 litros hasta el poderoso M3 dotado de un motor de 2.3 litros enfocado en el alto rendimiento. Entre estos, encontramos el popular 318i y el más potente 325i, que ofrecían un equilibrio perfecto entre economía de combustible y dinámica de conducción. El M3, en particular, se convirtió en una leyenda en las pistas de carreras y en la carretera, considerado un referente en la categoría de coupés deportivos.
Comodidad8,8
Seguridad9,4
Calidad/Precio9,2
Diseño9,6
El BMW Serie 3, en su edición de 1986, ofrecía una relación calidad-precio que lo hacía sumamente atractivo en el mercado del automóvil. Los precios variaban significativamente dependiendo de la motorización y el nivel de acabado, desde los más accesibles 316 hasta los cotizados M3. Esta estrategia permitió que una amplia gama de conductores pudiera experimentar la filosofía de conducción que solo BMW podía ofrecer.
Las fichas técnicas del BMW Serie 3 (1986) destacan por la inclusión detallada de especificaciones mecánicas y dimensiones precisas. Los acabados, por otro lado, reflejan la calidad alemana, ofreciendo desde versiones básicas con lo esencial hasta paquetes completos con las últimas novedades en confort y tecnología. Todas las medidas estaban pensadas para maximizar el espacio, manteniendo la elegancia y la funcionalidad en un equilibro perfecto.
La gama de pinturas y colores para el BMW Serie 3 de 1986 fue cuidadosamente seleccionada para complementar su diseño atemporal. Con opciones que van desde el clásico Schwarz (negro) hasta el emblemático Zinnoberrot (rojo), permitían a los compradores personalizar su vehículo adhiriendo un toque de individualidad. La calidad del acabado y la durabilidad de la pintura eran, y siguen siendo, referencia en la industria.
Las llantas del BMW Serie 3 de 1986 no eran simplemente un complemento estético; formaban parte esencial de la experiencia de conducción deportiva que definía a este modelo. Disponibles en diversos estilos y tamaños, estas llantas estaban diseñadas para optimizar el rendimiento y la seguridad. Desde las opciones más sencillas hasta las exclusivas llantas BBS que acompañaban al M3, cada selección estaba pensada para realzar la dinámica y el carácter del vehículo.
¿Te molan los clásicos? Pues el BMW Serie 3 del 86 es un fiero alemán con asientos que son la caña. En serio, asientos ergonómicos que parecen abrazarte (que se agradece en esas curvas cerradas), y una tapicería que, aunque hoy pueda parecer un tanto vintage, en su momento era top. No escatimaron en detalles: que si ajustes milimétricos, que si soporte lumbar… Vamos, que el confort y la clase iban de la mano. ¿Te chifla el cuero? Pues había opciones para sentirte como un marqués cada vez que te ponías al volante. Y sí, aunque los plásticos de ahora son otra historia, los acabados de entonces eran pura solidez teutona.
Vale, puede que hoy los coches parezcan naves espaciales con ruedas en cuanto a seguridad, pero el BMW Serie 3 de 1986 ya se guardaba unas cuantas ases bajo la manga. Hablamos de un coche que, para su época, destacaba por incorporar sistemas de seguridad pasiva y activa, como cinturones de seguridad con pretensionadores, un sólido chasis y una carrocería que repartía bien los impactos. Lo de los airbags y los controles electrónicos de estabilidad vendrían después, pero este cochazo ya tenía lo suyo para cuidarnos.
No esperes encontrar pantalla táctil ni nada por el estilo en un Serie 3 de los 80, pero lo que sí tenía era un sistema de audio que, en su momento, era bastante puntero. Imagina: sintonizador AM/FM, casetera (sí, de esas de cintas) para tus mixtapes preferidos y unos altavoces que no estaban nada mal. La conectividad se limitaba a la música; aquí lo de sincronizar el móvil ni en sueños.
Para aquellos con ganas de más, el BMW Serie 3 ofrecía llantas de aleación ligera, diferentes diseños de pintura metalizada y, por supuesto, un techo solar para dejar que el aire fresco inunde el habitáculo. Opciones que hoy día podrían parecer básicas, pero que en su tiempo marcaban la diferencia.
En el interior, el lujo y la personalización se reflejaban en opcionales como el control de crucero, acondicionamiento adicional para el aire y revestimientos en madera que elevaban el nivel de majestuosidad del coche.
Para el entusiasta de la época, había paquetes que combinaban elementos de confort y rendimiento, creando versiones más deportivas o lujosas según el gusto del comprador.
Entre los opcionales más técnicos, destacaban los sistemas de suspensión deportiva, diferentes ajustes en el motor para mejorar el rendimiento y opciones de transmisión avanzadas que permitían exprimir al máximo la mecánica bávara. Un festín para los aficionados a la mecánica fina y la conducción deportiva.
Calcular el seguro de un BMW Serie 3 de 1986 requiere considerar su valor como clásico, su confiable construcción alemana y las características de seguridad de su tiempo. Estos detalles influyen en encontrar una póliza adecuada.
El BMW Serie 3 de 1986 ofrece un rango de potencia que va desde aproximadamente 90 CV en los modelos de entrada hasta más de 200 CV en las versiones más deportivas y de mayor rendimiento.
En 1986, el BMW Serie 3 estaba disponible en varias carrocerías, incluyendo el sedán de cuatro puertas, el cupé de dos puertas y el cabriolet, cada una con distintas configuraciones y acabados.
Las cilindradas de los motores del BMW Serie 3 de 1986 variaban desde los 1.6 litros en los modelos base hasta 2.5 litros o más en las versiones más potentes.
La velocidad máxima del BMW Serie 3 de 1986 puede variar según el modelo y el tipo de motor, pero generalmente oscila entre 175 km/h y más de 230 km/h en las variantes más deportivas.
El BMW Serie 3 de 1986 se ofrecía con transmisión manual de 5 velocidades o automática, dependiendo del modelo y las preferencias del mercado.
El BMW Serie 3 de 1986 típicamente cuenta con 5 asientos, aunque la distribución y la comodidad pueden variar en función del modelo y la configuración interior.
El BMW Serie 3 de 1986 venía equipado con características de seguridad como cinturones de seguridad, frenos de disco en las cuatro ruedas, y en algunos modelos, se incluían sistemas antibloqueo de frenos (ABS) como opción.