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El BMW 700 es un vehículo que marcó un hito en la historia de la marca alemana. Introducido en 1959, este modelo desempeñó un papel crucial en la recuperación de BMW durante un período económico difícil. El 700 venía equipado con un motor bóxer de dos cilindros refrigerado por aire, ubicado en la parte trasera, que generaba hasta 40 cv. Su chasis autoportante y suspensión independiente en las cuatro ruedas, junto con un peso pluma, lo hacían sumamente ágil. Su diseño, obra de Giovanni Michelotti, es considerado un clásico.
El BMW 700 se ofreció en distintas , incluyendo la coupé, caracterizada por su elegante línea de techo y el sedán, que ofrecía un mayor espacio y comodidad para los pasajeros. Además, estaba la versión convertible para aquellos que deseaban experimentar la carretera con una sensación de libertad sin igual.
Desde su lanzamiento, el BMW 700 atrajo la atención del mercado automotriz. En , el modelo ya había establecido su reputación como un automóvil confiable, económico y con un rendimiento destacado. El 700 continuó su producción hasta 1965, ganándose el respeto de críticos y consumidores por igual.
Varias del BMW 700 estuvieron disponibles, incluyendo el LS, el Luxus, el Sport Coupé y la Carrera, cada uno dirigido a un segmento específico del mercado y diseñado para ofrecer una experiencia de conducción única.
El BMW 700 se distinguía por su , con un motor bóxer que ofrecía una óptima distribución del peso y un bajo centro de gravedad. Su construcción monocasco contribuía a la rigidez estructural y a una maniobrabilidad superlativa. subrayaba la filosofía de BMW de ofrecer un automóvil deportivo utilizable en el día a día.
Comodidad8,8
Seguridad8,6
Calidad/Precio9,7
Diseño8,8
Los del BMW 700 se establecían de manera competitiva, ofreciendo una excelente relación precio-calidad para un coche que incorporaba innovaciones técnicas y un diseño moderno.
Las del BMW 700 revelan un automóvil meticulosamente desarrollado. Con dimensiones compactas y un peso que no superaba los 650 kg, el 700 presentaba acabados de calidad y detalles considerados de gama alta para la época. La eficiencia y el rendimiento del motor se traducían en un comportamiento dinámico en carretera sumamente placentero.
El BMW 700 estaba disponible en una gama de , permitiendo a los propietarios personalizar su coche con opciones que iban desde colores sólidos hasta metálicos refinados.
Las del BMW 700 no solo eran un componente esencial en su seguridad y manejo sino que también aportaban una estética distintiva. Diseños elegantes y acabados robustos resaltaban la presencia del coche en cualquier escenario.
El interior del BMW 700 (1962) se destacó por su sencillez y funcionalidad. En el habitáculo encontramos:
Para 1962, la seguridad no era una prioridad comparada con los estándares actuales. El BMW 700 incluía cinturones de seguridad como una de las pocas medidas de protección.
En la época del BMW 700, la conectividad y opciones de audio eran elementales. Encontrábamos una radio AM/FM que era todo un lujo para aquel entonces. Un simple sistema de altavoces se encargaba de llevar el sonido por el compacto habitáculo del vehículo. Los mandos de la radio estaban al alcance del conductor y pasajero, maximizando la comodidad. Acabados metálicos y perillas analógicas añadían el toque de nostalgia al viaje, mientras que la antena exterior garantizaba la recepción incluso en las zonas más remotas durante los recorridos.
Entre los opcionales exteriores para el BMW 700, se destacaban las llantas de diseño específico y los distintos colores de carrocería.
Los opcionales interiores se centraban en la elección de distintos acabados para el salpicadero y las inserciones en los paneles de las puertas.
Había paquetes disponibles que combinaban mejoras en estética y confort, como los acabados en maderas nobles y tejidos superiores.
A pesar de su enfoque hacia lo básico y funcional, existían elementos opcionales para el BMW 700 que incluían radio de onda corta, calefacción mejorada y detalles cromados adicionales. Estos extras permitían una personalización que podía elevar el confort y la experiencia de conducción dentro de las posibilidades de la época.
Para calcular el seguro del BMW 700, las aseguradoras evaluarían criterios clásicos como la antigüedad del vehículo, su estado de conservación y la disponibilidad de repuestos.
El BMW 700 de 1962 venía equipado con un motor bicilíndrico de 4 tiempos y 697 cc, ofreciendo una potencia que oscilaba entre 30 y 40 CV, dependiendo de la variante del modelo.
El BMW 700 se podía adquirir en varias versiones de carrocería, incluyendo coupé, sedán y convertible, para adaptarse a diferentes preferencias y necesidades.
El BMW 700 disponía de una configuración de asientos para cuatro pasajeros, ofreciendo un espacio interior compacto pero funcional.
La velocidad máxima del BMW 700 variaba según el modelo y las especificaciones del motor, pero en general, podía alcanzar velocidades en el rango de 125 a 160 km/h.
Sí, el BMW 700 ofrecía la versión deportiva ‘700 Sport Coupé’ y ‘700 RS’, siendo esta última una variante para competición que contaba con mejoras significativas en rendimiento y ligereza.
El BMW 700 estaba equipado con una transmisión manual de 4 velocidades que permitía a los conductores una experiencia de manejo más directa y controlada.
Para los estándares de su tiempo, los BMW 700 incluían características de seguridad básicas, pero no contaban con las avanzadas tecnologías de seguridad de los vehículos modernos.