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El Alpina B10 (1997) es la concreción del lujo y el rendimiento deportivo, con un diseño refinado que lo distingue instantáneamente. Aprovechando la base de los robustos BMW Serie 5, este vehículo lleva cada viaje a un nuevo nivel de placer y sofisticación. |
El 1997 fue un año significativo para Alpina, no solo por consolidar su prestigio, sino también por introducir adelantos que marcaron la evolución de la Serie B10. Esta actualización reflejaba la continua búsqueda de perfección en rendimiento y comodidad, siendo una respuesta a las exigencias de un mercado más sofisticado.
La serie B10 de Alpina de 1997 contó con variantes que se ajustaban a los más diversos gustos y necesidades, desde modelos más accesibles hasta los más potentes y lujosos, siempre enmarcados dentro de una experiencia de conducción única.
Comodidad9,1
Seguridad9,0
Calidad/Precio9,3
Diseño9,0
Aunque el Alpina B10 (1997) era una opción de gama alta, su precio se consideraba ajustado dada la exclusividad, el rendimiento y la artesanía que ofrecía. Los distintos modelos de la línea presentaban diferentes rangos de precios que permitían al comprador elegir según sus preferencias y posibilidades económicas, con la certeza de invertir en un vehículo que destacaría por su calidad y desempeño en carretera.
Las fichas técnicas del Alpina B10 (1997) reflejaban un compromiso con la excelencia en cada detalle, desde los acabados hasta las medidas precisas que garantizan el confort y la seguridad.
El B10 (1997) ofrecía una paleta de colores y pinturas que realzaban su línea y diseño exclusivo. Cada color elegido aportaba un carácter distintivo al vehículo, desde tonos sobrios y elegantes hasta los más atrevidos y deportivos, cumpliendo con las expectativas de personalización de los clientes más exigentes.
Las llantas del Alpina B10 (1997) no eran simples complementos, sino elementos claves en la estética y la dinámica del vehículo. Diseños exclusivos y optimizados para el rendimiento, estaban disponibles en diversas dimensiones y acabados, cada uno pensado para realzar el carácter único del B10 y mejorar la experiencia al volante.
El interior del Alpina B10 de 1997 refleja una combinación de deportividad y exclusividad. Los asientos, ergonómicamente diseñados, están tapizados en cuero de alta calidad, ofreciendo una sensación de lujo y confort. Detalles distintivos como las costuras en contraste y los logotipos de Alpina bordados resaltan su carácter único. Además, la adaptabilidad y soporte lumbar mejoran la experiencia de manejo en trayectos largos y curvas cerradas.
El Alpina B10 no solo destaca por su rendimiento, sino también por su enfoque en la seguridad. Equipado con airbags frontales y laterales, ABS y control de estabilidad, el vehículo brinda una óptima protección. La estructura reforzada y los sistemas de retención avanzados aseguran la integridad de los ocupantes, mientras que la visibilidad excepcional añade un nivel adicional de seguridad activa.
A pesar de ser un modelo de finales de los 90, el Alpina B10 ofrecía un sistema de audio de calidad con controles intuitivos y conectividad para dispositivos de aquella época. Con altavoces cuidadosamente dispuestos para una acústica optimizada, los usuarios disfrutaban de una experiencia sonora envolvente. La radio con tecnología de la época permitía sintonizar emisoras con claridad, y el reproductor de CD brindaba horas de música personalizada.
Los opcionales exteriores incluían una variedad de llantas de aleación exclusivas de Alpina, diferentes opciones de pintura metalizada y detalles aerodinámicos que realzaban su silueta. Los faros de xenón y el techo solar eran adiciones populares que combinaban funcionalidad y estilo.
Para el interior, los clientes podían seleccionar inserciones de madera noble o fibra de carbono, volantes deportivos multifuncionales y sistemas de navegación avanzados para la época.
Los paquetes opcionales ofrecían combinaciones de equipamiento a un precio especial, optimizando la relación valor-precio.
Entre los opcionales, destacaban el control de crucero, sensores de aparcamiento y los sistemas de audio premium.
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El Alpina B10 de 1997 ofrece diferentes especificaciones de motor dependiendo de la variante, con motores que oscilan entre los 6 y 8 cilindros y con potencias que varían aproximadamente entre los 240 y 360 CV. La cilindrada de estos vehículos también varía, ofreciendo un rango que puede ir desde los 3.0 hasta los 4.6 litros.
La velocidad máxima del Alpina B10 puede variar según el modelo y la configuración del motor, pero generalmente se encuentra en un rango que va desde los 250 km/h hasta los 280 km/h aproximadamente.
El Alpina B10 de 1997 está disponible con opciones de transmisión automática y manual, proporcionando un rango de velocidades que puede ir desde las 5 hasta las 6 velocidades, dependiendo de la versión específica del modelo.
El Alpina B10 de 1997 generalmente viene equipado con tracción trasera, lo que es característico en los vehículos diseñados para un rendimiento y manejo optimizados.
El Alpina B10 utiliza una suspensión deportiva ajustada específicamente por Alpina para mejorar el rendimiento y la comodidad de conducción, incluyendo componentes como amortiguadores y muelles ajustados para un manejo más firme y preciso.
El Alpina B10 de 1997 tiene normalmente una configuración de 5 asientos, con asientos delanteros que a menudo cuentan con ajustes eléctricos y ofrecen un alto nivel de comodidad y soporte, mientras que los asientos traseros están diseñados para acomodar cómodamente a pasajeros adultos.
El Alpina B10 de 1997 incluye varias características de seguridad como ABS, múltiples airbags, control de tracción y en algunos modelos, control de estabilidad, diseñados para ofrecer protección tanto activa como pasiva a sus ocupantes.