Renting Mazda MX-30

Subirme al Mazda MX-30 ha sido una de esas experiencias que sorprenden. Desde fuera ya llama la atención, con un diseño diferente a lo habitual, líneas suaves y esas puertas traseras tipo ‘suicida’ que, en teoría, deberían facilitar el acceso. En la práctica, te acostumbras rápido, aunque es cierto que en espacios estrechos puede complicarse un poco. Pero lo importante es que este coche tiene personalidad propia, algo que no se ve todos los días.

Una vez dentro, es imposible no quedarse maravillado con la combinación de materiales. La mezcla de corcho reciclado, tela ecológica y cuero sintético da una sensación de calidad premium y, además, transmite ese compromiso con la sostenibilidad que Mazda ha querido destacar. El espacio delantero es cómodo, el volante tiene un tacto espectacular y la postura de conducción es perfecta. En marcha, el MX-30 es de esos coches que te hacen disfrutar de la conducción sin prisas, con una dirección precisa y un rodar suave y silencioso.

• Lo mejor: La calidad del interior y el diseño. Es un coche que se siente especial.
• El comportamiento en ciudad: Ágil, fácil de manejar y con una suavidad increíble.
• El confort de marcha: Silencioso, bien aislado y con una suspensión que filtra muy bien las irregularidades.

Lo único que me dejó con ganas de más fue la autonomía. No es un problema si lo usas para ciudad o trayectos cortos, pero para viajes largos toca planificar bien. Aun así, Mazda ha diseñado este coche con una filosofía muy clara, y si encaja con tu estilo de vida, se convierte en una opción realmente atractiva.

El Mazda MX-30 no es un eléctrico más, es un coche con carácter, bien hecho y que transmite algo diferente. Si buscas un SUV urbano con personalidad y compromiso ecológico, este es el tuyo.