Nuestro vehículo se encuentra conformado por una gran cantidad de piezas que funcionan al mismo tiempo de manera exacta para lograr el correcto funcionamiento del mismo, cada pieza cumple una función específica que le permite al motor del coche encender y, por ende, generar el movimiento que nos llevará a nuestro destino. Cada elemento es de suma importancia por lo que su cuidado y mantenimiento es fundamental para mantener nuestro coche en óptimas condiciones, una de las piezas o segmentos de suma importancia que conforman a nuestro vehículo es la caja de cambios, está es la que nos permite realizar el cambio de marchas y que al igual que el resto de segmentos del motor, requiere de ciertos elementos como lubricantes para mantener un correcto funcionamiento y evitar averías. En este caso hablaremos de la valvulina, que es el lubricante encargado de mantener engrasado y operativo la caja de cambios del motor, aunque habitualmente no es necesario cambiarlo, como toda pieza de nuestro vehículo a medida pasa el tiempo y nuestro coche recorre más Km pueden generarse, fugas de valvulina que podrían traducirse en graves averías en la mecánica de nuestro coche, por lo que deben de ser atendidas cuanto antes.
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¿Por qué se pierde valvulina?
Como se ha mencionado anteriormente, el aceite de valvulina no es necesario cambiarlo de manera periódica (como si lo es el aceite de motor o líquido de frenos), pero si notamos fugas de valvulina lo mejor es tomar las acciones necesarias cuanto antes para evitar graves averías en nuestro motor. Existen varios motivos por los cuales nuestro coche puede estar perdiendo valvulina como, por ejemplo:
- Un exceso de aceite, la caja de cambios requiere una cantidad de valvulina inferior a lo que requiere el aceite de motor, por tal motivo es necesario no excedernos con la cantidad de valvulina y así evitar las filtraciones que pueden generarse a causa de un exceso de este aceite.
- Deterioro de las juntas de la caja de cambios, cuando se deterioran las juntas que se encargan de generar una estanqueidad en los segmentos del motor, como por ejemplo en la caja de cambios, lo más seguro es que se generen fugas, lo cual representa un grave problema ya que solucionar esta avería requiere de un arduo y complejo trabajo para lograr desmontar todo este segmento del motor y poder sustituir las juntas de la caja de cambios para solucionar la fuga.
- Algunos tornillos flojos, debido al tiempo, los kilómetros recorridos y las vibraciones generadas por el motor, es posible que algunos de los tornillos que se encargan de ajustar las piezas del motor se aflojen, esta situación no es tan grave como la anterior debido a que esta puede solucionarse tan solo apretándolos nuevamente.
- Un tapón mal colocado, si el tapón encargado de sellar el depósito de valvulina se encuentra en mal estado o no se encuentra ajustado correctamente se puede generar una pérdida de valvulina por lo que debemos asegurarnos de cerrar bien luego de llenar el depósito.
En todo caso lo mejor es llevar nuestro coche al taller para que verifiquen el motivo por el cual se ha presentado la pérdida de valvulina y así no generar una avería realmente costosa y compleja.
¿Cómo saber si perdemos valvulina?
La valvulina es un elemento que cumple con una función de suma importancia en el motor de nuestro vehículo, sin ella la caja de cambios no logra funcionar de una manera óptima o sencillamente no funcionaria, por lo que para conocer si nuestro vehículo tiene alguna fuga de valvulina basta con revisar debajo del mismo si existe alguna mancha causada por dicho aceite, también podemos optar por colocar algunos cartones debajo del vehículo para conocer de una forma más precisa si existe alguna fuga de aceite; también podemos distinguir que tal líquido es valvulina o no debido a su fuerte y desagradable olor característico, el cual podría asemejarse al de huevos podridos, por lo que si la caja de cambios de nuestro coche se encuentra con una fuga podremos identificarla de esta manera, otro indicio de que existe una fuga de valvulina son los ruidos que pueden generarse al momento de cambiar de marcha, como también la dificultad de realizar cambios debido a la pérdida de lubricación.
¿Cada cuánto hay qué cambiar la valvulina?
Aunque la valvulina no es habitual cambiarla, no es un líquido que dure para siempre, dependiendo del fabricante, vehículo, marca y modelo puede variar el tiempo estimado o kilómetros recorridos para que este elemento requiere ser sustituido, aun así, el promedio que existe para cambiar la valvulina de un coche ronda los 100.000 kilómetros aproximadamente, esto es lo recomendado por los fabricantes aunque también es muy recomendable que antes de llegar a este kilometraje realizar revisiones y asegurarnos de que la valvulina de la caja de cambios se encuentre en los niveles adecuados, así podremos evitar cualquier tipo de avería que se pueda presentar a causa de una fuga inesperada de valvulina.
¿Cómo cambiar la valvulina?
Cambiar la valvulina es algo que podemos hacer nosotros mismos, pero lo más recomendable es que si no tenemos conocimientos al respecto dejarlo en manos de los profesionales, además de si no queremos ensuciarnos en el proceso. Lo más recomendado a la hora de cambiar la valvulina es colocar el coche elevado, ubicar el tapón para drenar la valvulina restante en el depósito y dejarla caer en un recipiente, una vez vacío el deposito, cerramos el tapón inferior e inyectamos la nueva valvulina por otro tapón y listo, colocamos el tapón nuevamente de manera correcta para evitar fugas.
Diferencia entre valvulina y aceite
La valvulina es un tipo de aceite el cual cuenta con una densidad mucho mayor a la del resto de lubricantes o aceites de motor, pero que al igual que ellos cumplen el mismo objetivo de lubricar y refrigerar las piezas internas del motor, la valvulina por ejemplo es la encargada tanto de refrigerar cómo lubricar la caja de cambios para su óptimo funcionamiento y cuidado, de esta forma evitando el desgaste apresurado de las piezas que la conforman y manteniendo la salud del motor.
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